Por Valeria Díaz
El pasado 29 y 30 de julio se realizó en Jiutepec, Morelos, la primera copa de cerveza artesanal, en la que participaron más de 100 muestras, incluidos otros estados y países.
El Beer Cup, fue una muestra del festival de cerveza y participaron 15 de los 20 productores que hay en Morelos, quienes cada año fabrican más de 100 mil litros de cerveza artesanal.
El evento fue organizado por la Asociación de Cerveceros Artesanales de Morelos, quienes buscan perfilar al estado como uno de los mejores.
En Morelos hay aproximadamente 20 productores de cerveza artesanal y decenas de recetas, formas de hacerla e incluso beberla.
Birra mexicana, deleite creciendo
La realidad es que no se necesita una guía para disfrutar de la cerveza, pero sí es necesario saber que es una bebida que por sus características y grado de alcohol merece respeto.
“No solo es beber por beber; hay texturas, sabores y olores que incitan a una conciencia diferente”, asegura Alberto Sandoval, uno de los jueces cerveceros reconocidos internacionalmente.
Afirma que la cerveza que se hace en México es un tesoro que muchos ya tuvieron el privilegio de conocer, destacando las bebidas que se elaboran en Baja California, Ciudad de México y Monterrey, aunque, dijo, Morelos “pronto estará en el listado porque hay mucha calidad y atrevimiento en las recetas”.
Para Alberto Sandoval, las cervezas artesanales van más allá de su color, no solo son claras u oscuras. “Lo que las marcas comerciales no tienen es la originalidad que los artesanos sí”. De acuerdo con los productores se puede hacer una cerveza de prácticamente cualquier fruta.
Producción local
En el municipio de Huitzilac, al norte del estado, se produce la cerveza De la Montaña. El productor de esta cerveza, Jonathan Cardoza, asegura que la bebida tiene notas suaves y frescas que dejan en la boca un sabor muy ligero. Afirma que el secreto radica en el agua que usan, pues es de lluvia. “En cada sorbo hay un pedazo de la naturaleza”.
Jonathan explica que el porcentaje de agua de lluvia que utilizan se trata con los mejores estándares de calidad. Cuentan con dos variedades: porter y blonde ale, que se realizan a base de malta, lúpulos, y levadura.
“Nuestras cervezas son para el clima de Morelos, y saben bien a toda hora, en las comidas, cenas y para convivir, tiene espuma color arena con buena retención”.
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Otra cerveza artesanal morelense es Capitano, liderada por jóvenes. Ellos manejan tres sabores diferentes, la primera deja en el paladar notas de caramelo y dulces que podrían hacer pensar que se trata de frutas; la segunda, al estar hecha con maltas de avena y trigo, tiene un sabor muy fresco que da una sensación de bebida tropical; la última de su línea es la más “pesada”, tanto en sabor como en consistencia, tiene notas de cacao y chocolate con una base de malta de avena.
La cervecería Chaneque es encabezada por Diego Santiago. Él describe a sus bebidas como experimentales. La mayoría de sus bases para preparar una cerveza artesanal es el piloncillo, mezcal, semilla de cilantro, guanábana y especias.
Asegura que el camino no es fácil, pero al final la satisfacción y felicitación que se lleva de los consumidores hace que los meses de preparación de una nueva receta valgan la pena.
“Nos inspiramos en el estilo alemán. Se trata de un fermentado ligero, con aromas a madera, tabaco y caramelo“.
¿Cómo se toma la cerveza?
Marcos Silva, juez cervecero, afirma que la cata de una bebida alcohólica hecha por artesanos requiere de atención y conexión con el cuerpo. La respiración y la velocidad con la que se sorbe hace la diferencia, afirma.
“Hay que entender que beber no es barato, una buena cerveza no es barata porque no se sabe tomar”, señaló.
Dijo que son bebidas nobles y agresivas al mismo tiempo, pues depende de cómo se les trate y el humor con las que se beban.
La mejor cata se hace acompañada de una botana y mucha tranquilidad para poder entrar en un momento de relajación que le permita al consumidor escuchar en su interior el sonido de la espuma en la boca, pasar por la garganta y caer al estómago.
Realizar una cerveza lleva su tiempo, pues debe pasar por cinco etapas: la molienda y maceración, lavado de granos, cocción, fermentación, maduración y acondicionamiento.