Los maestros han sido a lo largo de nuestra vida un pilar importante en nuestra formación. Además de nutrirnos de conocimiento, también nos enseñan valores y nos impulsan a mejorar.
Una forma tradicional de regresar todos esos beneficios, es a través de una manzana, pero ¿conoces el origen de este acto? Acá te contamos.
A propósito del Día del Maestro y antes de entrar de lleno en el contexto histórico de esta leyenda, queremos platicarte algunos beneficios de la manzana:
- Tiene mucha fibra
- Efecto saciante
- Protege el corazón
- Regula el intestino
- Activa el cerebro
- Blanquea los dientes
- Minerales para presión arterial
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El origen de esta tradición
La leyenda se remonta a la Grecia Antigua, donde la manzana estaba asociada con la sabiduría y ofrecerla al maestro implicaba retribuir la educación recibida. Sumando que en la biblia esta fruta suele relacionarse con el saber y la erudición.
Otra explicación viene del siglo XVII, específicamente en Suecia y Dinamarca. Cuando las familias de agricultores no tenían los recursos para que sus hijos tuvieran educación y entregaban canastas de manzanas a los profesores como intercambio. Esta tradición se extendió a Estados Unidos.
Otro dato que se cuenta, es que la fruta se regalaba con el fin de desearle buena salud al maestro. Existe un refrán en inglés que dice “una manzana al día, mantiene lejos al doctor”.
Así que si deseas mantener saludable a tu maestro favorito, aquí te dejamos otra forma de retribuir el conocimiento con manzanas, pero en diferente presentación.
Roles de manzana y canela
Ingredientes
Para la masa:
- 500 g de harina
- 15 g de levadura
- 220 ml de leche tibia
- 60 g de mantequilla, a temperatura ambiente
- 70 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 2 huevos
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 huevo
Para el relleno:
- 1 manzana Gala
- 1 manzana Granny Smith
- 90 g de mantequilla
- 1/2 taza de azúcar mascabado
- 1 cucharada de canela molida
- 1 cucharadita de nuez moscada molida
Para el glaseado:
- 100 g de queso crema
- 1/4 de taza de azúcar glass
- 1/2 taza de leche
- 1 cucharadita de café soluble
- 100 g de nueces picadas
Procedimiento
Para la masa:
- Mezclar en un tazón la levadura, la leche tibia, un poco de harina y una cucharada de azúcar. Integrar todos los ingredientes y dejar reposar en un lugar templado y tapado.
- Colocar la harina en una superficie lisa y hacer un hueco. Añadir al centro la mantequilla, el resto de azúcar, la sal, vainilla y los dos huevos.
- Mezclar del centro hacia afuera hasta que se haya hecho arenosa. Añadir la mezcla que ya reposó.
- Integrar y amasar por varios minutos hasta que esté lisa y elástica. Colocar en un tazón con aceite y tapar con un paño de cocina.
- Dejar reposar hasta que haya doblado su volumen.
- Precalentar el horno a 180 ºC.
Para el relleno:
- Suavizar la mantequilla con una pala y añadir el azúcar, mezclar y agregar la canela y nuez moscada.
- Añadir las manzanas cortadas en cubos muy chicos. Mezclar y reservar.
- Extender la masa sobre una superficie lisa y enharinada. Estirar hasta formar un rectángulo.
- Untar el relleno en toda la masa y dejar un espacio libre de 5 cm de la orilla hacia el centro.
- Envolver hasta formar un rollo, presionar ligeramente. Cortar en 6 u 8 porciones.
- Colocar en un refractario o molde para hornear. Tapar y dejar reposar hasta que hayan doblado su volumen.
- Barnizar con huevo. Hornear por 35 minutos.
Para el glaseado:
- Colocar el queso en un tazón y suavizar con un batidor globo. Verter la leche y mezclar.
- Añadir el café soluble y el azúcar. Batir hasta desintegrar los grumos.
- Y para finalizar, sirve los roles y báñalos con el glaseado, espolvorea nueces y canela molida y ¡A deleitarse con el dulce sabor a manzana!
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