Sobre las tostadas, coronando el pozole o en ensaladas, como habitualmente la usamos, la lechuga debe pasar por un muy profundo proceso de lavado y desinfección si quieres comerla de manera segura, sin temor a enfermarte.
De acuerdo con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, “los microbios también pueden pasar a las verduras de hoja verde en las instalaciones donde se las empaca y procesa, en los camiones que se usan para transportarlas, de las manos sin lavar de quienes las manipulan, y en la cocina”
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Antes de comenzar con los tips de lavado, te contamos un poco más de la lechuga, una planta que pertenece a la familia de las asteráceas. Sus hojas verdes y crujientes, las hacen una compañía perfecta en todo tipo de platillos, lo mismo en un caldo que en un taco o con pescados.
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Al comprar y manipular la lechuga
Se recomienda seleccionar piezas que no estén maltratadas, que las hojas no presenten signos de descomposición o manchas. Debe tener un aspecto fresco y verde.
Al tacto, debe sentirse firme y crujiente, ni flácidas ni viscosas. Además, el aroma, limpio y suave.
Otro elemento a observar es el tallo, no debe oler mal ni presentar cambios de coloración. Además, prefiere las que estén libres de tierra.
Y finalmente, usa tablas de cortar y utensilios ideales para las frutas y verduras frescas que eviten la contaminación cruzada.
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¡ A lavar!
Los especialistas de CDC sugieren no remojarlas en un solo recipiente, “si las remojas en el lavamanos, los microbios pueden contaminar la superficie; y si las colocas en un recipiente, pueden propagarse la suciedad a las demás hojas”, mencionan que enjuagar bajo el agua de la llave y una por una es la mejor manera de lavarlas.
Más pasos a seguir para lavar correctamente la lechuga:
-Quita las hojas rasgadas o dañadas. No utilices las que cubren la pieza
–Enjuaga bajo el agua de la llave y usa tus manos para refregarlas suavemente
-Seca con un paño limpio, una toalla de papel o un centrifugador de ensaladas. Es importante que esté seca antes de usarla en ensaladas u otros platos para que los aderezos se adhieran mejor
-Si no planeas usarla inmediatamente, guárdala en una bolsa de plástico o recipiente hermético en el refrigerador para mantenerla fresca por más tiempo.
Ojo. Antes de manipular cualquier alimento, es importante lavar tus manos minuciosamente con agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos.
Tres desinfectantes de lechuga caseros
- Vinagre
- Llena un recipiente grande con agua fría.
- Agrega una parte de vinagre blanco o de sidra (aproximadamente una taza) por cada tres partes de agua (tres tazas)
- Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)
- Diluye una cucharada de peróxido de hidrógeno al 3% en una taza de agua.
- Bicarbonato de sodio
- Llena un recipiente grande con agua fría.
- Agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio al agua.
En los tres casos se sumergen las hojas en la solución durante unos minutos y sí o sí se debe enjuagar con agua fría para eliminar cualquier residuo.