La cocina es uno de los espacios donde más tiempo pasamos en el hogar. En éste se acumulan diversos aparatos electrónicos como licuadora, horno de microondas, freidora de aire, refrigerador, procesador de alimentos, entre otros.
Y si quieres ahorrarte unos pesos en el recibo de la luz, y aprovechar al máximo los recursos en casa, te armamos un listado para que los electrodomésticos optimicen su consumo de energía.
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Cómo ahorrar energía en la cocina
Usa electrodomésticos eficientes. Opta por aparatos con calificación de rendimiento energético. Los más nuevos suelen ser más efectivos en términos de consumo de energía.
Cocina con tapas. Cocinar con tapas en ollas y sartenes ayuda a retener el calor, lo que puede reducir el tiempo de cocción y la cantidad de energía utilizada.
Elige ingredientes de cocción rápida. Si puedes escoger entre distintos tipos de legumbres, cereales, pastas o verduras, opta por aquellas variedades que se cocinen antes. Por ejemplo, las lentejas requieren menos tiempo que los garbanzos. También recuerda que los pescados se hacen antes que las carnes, que además tardarán menos en cortes o piezas más pequeñas.
Utiliza el horno de manera eficiente. Trata de cocinar varias cosas a la vez cuando los uses. Además, no es necesario precalentar el horno para todos los platos.
Aprovecha la cocción residual. Apaga los quemadores o el horno antes de que la comida esté completamente cocida. La cocción residual terminará de cocinar los alimentos sin gastar más energía.
Cocina al dente siempre que sea posible. La pasta al dente es más rica y saludable, y por supuesto también más rápida. El mismo concepto se puede aplicar a granos como el arroz o la quinoa.
Utiliza métodos de cocción alternativos. Como el microondas, la olla de cocción lenta o la parrilla, que pueden ser más eficientes energéticamente para ciertos platos.
Mantén los electrodomésticos limpios y en buen estado. Los electrodomésticos sucios o en mal estado pueden ser menos eficientes energéticamente. Asegúrate de limpiar regularmente los filtros de la campana extractora, el horno y la nevera para mantener su eficiencia.
Prueba más alimentos crudos. Además de tener ciertos beneficios nutricionales (conservación de nutrientes, mayor masticación y saciedad…), ofrecen sabores y texturas distintos a cuando están cocinados. Hay carnes que nunca deben ingerirse sin cocinar por completo por precaución sanitaria, como las carnes de pollo, pavo o cerdo, pero el carpaccio de ternera es un clásico. En pescados, son buenas opciones el sushi y el sashimi, también un tartar marinero o un ceviche.
Descongela los alimentos de manera natural. En lugar de usar el microondas, planifica con anticipación y descongela los alimentos en el refrigerador. Esto no solo ahorra energía, sino que también ayuda a mantener su frescura.
Además, el Gobierno de México sugiere:
Asegúrate que tu refrigerador tenga la etiqueta de eficiencia energética (con sello FIDE – Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica) y sus empaques aíslen correctamente la temperatura.
Coloca el refrigerador en sitios ventilados y lejos de fuentes de calor como la estufa porque consumirá más energía.
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