Al comenzar a cocinar surgen preguntas que aunque parecen obvias pueden tener una respuesta más profunda o extensa de lo que crees. Una de ellas, puede ser: ¿Lavo o no el vaso de la licuadora?
¡Aguas! no hacerlo podría llevarte sorpresas, como que el licuado que te prepares por la mañana tenga el sabor picoso de la salsa que preparaste un día antes, pero ¿por qué hacerlo?.
Hay expertos detallan que lavar este tipo de aparatos caseros, evita que la contaminación pase de un alimento a otro y la acumulación de residuos o bacterias.
Eso sí, es recomendable seguir las instrucciones específicas del fabricante para limpiar el vaso de la licuadora, ya que pueden variar según el modelo. En general, se sugiere enjuagarlo con agua tibia y jabón suave después de cada uso. Si hay residuos pegajosos, puedes utilizar un cepillo o una esponja, pero antes de seguir con los tips de lavado, hablemos de qué otros factores en contra tiene no lavar el vaso de la licuadora:
- Los restos de alimentos y líquidos que quedan en el vaso pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y moho. Estos microorganismos pueden proliferar y afectar la higiene de los alimentos que se preparan en el recipiente, así como causar olores desagradables.
- Si mezclas diferentes ingredientes, como frutas, verduras, lácteos o proteínas, y no la lavas adecuadamente entre usos, existe un riesgo de contaminación cruzada. Los residuos se mezclan con otros, lo que puede afectar la seguridad alimentaria y la salud de quienes consumen los alimentos o bebidas preparados en la licuadora.
- Como lo mencionábamos al inicio, los restos que quedan en el vaso pueden acumularse con el tiempo y provocar sabores y olores desagradables. Nadie va a querer probar lo que se prepares con ese recipiente.
- Ojo. Si no se limpia regularmente, puede afectar directamente el material con el que está hecho o que lo conforman, como las cuchillas. Los alimentos secos o pegajosos son difíciles de eliminar una vez que se han solidificado, lo que podría requerir un esfuerzo adicional para limpiar y potencialmente dañar los componentes de la licuadora.
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Cómo limpiar el vaso de la licuadora
De acuerdo con información de la Procuraduría Federal del Consumidor, por higiene y buen estado de tu licuadora, después de utilizarla desenchúfala, desármala y lava sus partes –excepto su base– y ten
especial cuidado al manipular las cuchillas.
“La base puede ser aseada con un paño limpio ligeramente humedecido con agua”. Utiliza guantes protectores o manipúlalas con cuidado para evitar cortes.
Considera los siguientes pasos al lavarla:
- Desconecta antes de comenzar a limpiarla para evitar cualquier accidente.
- Vierte cualquier líquido o alimento que quede en el vaso
- Desarma las partes o piezas desmontables, como las cuchillas o la tapa; consulta el manual de usuario si no estás seguro de cómo quitarlas correctamente.
- Enjuaga el vaso con agua tibia para eliminar los restos de alimentos o líquidos. Esto ayudará a aflojar los residuos antes.
- Utiliza una esponja suave o un cepillo para fregar suavemente todas las superficies. Presta especial atención a las áreas alrededor de las cuchillas y la base.
- Para evitar la proliferación de bacterias y moho, seca completamente el vaso y todas los accesorios antes de volver a armarlas o almacenarlas.
- Una esté completamente seca, vuelve a armar la licuadora siguiendo las instrucciones del fabricante y guarda.
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