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Defienden al vino contra el cambio climático

Desde la siembra de árboles, hasta el reciclaje de barricas, la industria comienza una importante lucha

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La industria vitivinícola en el ámbito internacional, se ha dado a la tarea de tomar acciones inmediatas para enfrentar el reto del cambio climático que actualmente pone en riesgo no sólo la cosecha del vino, sino la producción de productos básicos del campo.

En este tema, las empresas dedicadas a la vid, han enfocado sus esfuerzos a la conservación de bosques nativos que rodean sus viñedos, a la reutilización de barricas para preservar la vida de los árboles y a la siembra de los mismos para ampliar las áreas verdes.

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Cortesía Viña Trapacá

Recientemente, la firma de coñac premium Louis XIII, emitió un comunicado sobre la forma en que realizan procesos básicos fundamentales con los que logran la sustentabilidad sin perder la calidad de su origen.

Es en los bosques franceses, específicamente en la región de Limousin, donde se encuentra la madera con la que están hechas las barricas únicas en las que maduran los mejores eaux-de-vie (aguardientes de vida) que conforman a este coñac, el cual se resguarda en los tierçons, pequeños santuarios que albergan las propiedades de este destilado. 

La maison Francesa se sumó a la Oficina Nacional de Bosques en Francia, (ONF) con el objetivo de garantizar el cuidado del medio ambiente durante los procesos de producción de su coñac premium

“Existe un paralelismo tan maravilloso entre lo que hacemos y lo que hace la ONF en términos de tiempo, en términos de observación de la naturaleza, en términos de preservación de todos estos tesoros”, declaró Baptiste Loiseau, maestro bodeguero de la empresa, en el comunicado. 

Cortesía Coñac Louis XIII

El experto agregó que la maison tiene el deseo de proteger y preservar el savoir-faire ancestral y el terruño de la Grande Champagne, la región de Francia conocida mundialmente por ser productora de los mejores coñacs del mundo. Además de ser el destino que le ha otorgado durante décadas, una materia prima excepcional. 

En 2012, la propiedad de la Casa Rémy Martin fue la primera empresa del sector del coñac en obtener la certificación Haute Valeur Environnementale (HVE), creada por el Ministerio de Agricultura Francés.

“El objetivo es fomentar prácticas agrícolas responsables y reducir el impacto medioambiental. Este enfoque basado en los resultados, tiene en cuenta la biodiversidad, las estrategias fitosanitarias, la fertilización y la gestión del agua”.

Ahora, para 2024 se busca que el 70% de la superficie terrestre sea HVE y que el 100% de los viticultores de la Alianza Cooperativa Fine Champagne cuenten con la certificación para 2028. 

Procesos artesanales para un futuro sustentable 

Las grandes barricas de roble del Bosque de Limousin, llamadas tierçons, desempeñan un papel importante en el desarrollo aromático del coñac.

Con el paso de los años, los tierçons deben restaurarse cuidadosamente utilizando las antiguas duelas de otra. Una vez terminadas, las nuevas se rellenan con las más ricas aguardientes de Grande Champagne y se dejan madurar mientras se libera toda su gama de aromas y notas amaderadas.

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Loiseau afirma que es importante conocer este proceso, ya que, “en eso se basan los objetivos de la firma francesa para empezar a crear nuevos prototipos de tierçon en colaboración con la tonelería Seguin Moreau.

“Las acciones incluyen pasos importantes, tal es el caso de lo acontecido en 2019, cuando la empresa decidió plantar una mezcla de robles en su finca de Grollet, en Saint-Même-les-Carrières, esto para crear sus propias barricas; la acción dio como resultado la producción de sus propios tierçons hechos a mano, lo cual no sucedía desde 1917”. 

Cortesía Viña Trapacá

Cosecha con conciencia

Otra de las empresas que desde hace siete años inició un importante trabajo para conservar las más de dos mil hectáreas de bosques nativos que rodean a sus viñedos, con el fin de disminuir el impacto ambiental, es Viña Trapacá.

Con más de 145 años de tradición enológica, la bodega chilena con presencia internacional, presentó el desarrollo de un ambicioso plan maestro para conservar las especies nativas y endémicas y recuperar el ecosistema del Fundo Tarapacá (Explotación agrícola de superficie más pequeña que la de la hacienda) ubicado en el Valle del Maipo..

Los cerros que rodean al corredor biológico natural constituyen el hábitat para una gran diversidad de flora y fauna endémica y nativa, por lo que la compañía inició el trabajo para conservar las más de dos mil hectáreas de bosques nativos que rodean a los viñedos.

Cortesía Moët & Chandon

El plan que comenzó en 2016 reintegra en total 110 hectáreas de vegetación nativa.

“A través de este plan, se obtendrán resultados que irán en directo en beneficio de los vinos. Los bosques nativos, por ejemplo, regulan la presencia de organismos claves en el proceso de fermentación del vino, lo dotan de un carácter único y permiten reducir la utilización de plaguicidas pues entregan al sistema una mayor capacidad de respuesta ante eventos de plaga”, comentó Daniel Trejo, Wine Ambassador de la firma.

La iniciativa Ser Refugio de Biodiversidad, forma parte del plan y busca garantizar el balance natural del entorno, cuidar la gran biodiversidad y la mejora continua, permite disminuir el impacto agrícola y esto se ve reflejado en los suelos que a su vez se transfiere el carácter territorial y organoléptico a los vinos.

Los vinos chilenos son los más consumidos en México, gracias a su calidad y accesibilidad, sin embargo, la firma está orientada a satisfacer a los exigentes paladares y variados que prefieren vinos de gran cuerpo y carácter, con la combinación perfecta de fruta y madera, complejos en los que predomina el sello de la uva de origen.

Burbujas sustentables

En el tema de la Champagne, una de las màs conocidas firmas que promueve la  vinicultura sustentable, es Moët & Chandon, la cual emplea energía 100 por ciento verde, recicla el 99.7 por ciento de sus desechos y mantiene una agricultura plenamente libre de herbicidas.

Cortesía Moët & Chandon

En 2007 obtuvo la certificación ISO-14001 a todas sus sedes y actividades, y en 2014 logró una doble certificación de viticultura sustentable y de prácticas ambientales de alta calidad en todos sus viñedos.

“En los últimos años ha instrumentado un enfoque dinámico para el ahorro y la optimización del agua al reducir su consumo por botella en un 20% y trabaja en un proyecto de preservación de la biodiversidad de variedades de uva.

“La dedicación de 309 de sus mil 200 hectáreas a la preservación de la biodiversidad y los elementos del paisaje y su conservación de 95 hectáreas de bosque en torno a sus viñedos lo refrendan: la naturaleza le es preciosa. La maison es consciente de su responsabilidad de poner el ejemplo a toda la industria al fomentar la transición ecológica hacia una mayor biodiversidad en la región de Champagne”, declaró a los medios Berta de Pablos-Barbier, presidenta de Moët & Chandon

La directiva dijo que en este contexto la firma ha lanzado el programa Natura Nostra, que busca acelerar su transición ecológica a través de acciones en pro de la biodiversidad.

“Sus dos pilares son la creación de 100 kilómetros de corredores ecológicos en los próximos cinco años –hoy en sus propias propiedades y, a partir de 2023, en colaboración con otros productores y autoridades locales– y el despliegue de importantes iniciativas agroecológicas como el ecopastoraje en 35 hectáreas de viñedos inclinados, la rotación de suelos y la ampliación de la cobertura vegetal en 18 hectáreas de viñedos a fin de desarrollar una agricultura regenerativa. “Lanzado con la iniciativa 1 743 árboles para Fort Chabrol – en la que la maison invitó a sus empleados a plantar ese número de árboles de distintas especies a fin de mejorar las condiciones de la flora y la fauna local en la zona de Épernay–, la ambición de Natura Nostra es promover el equilibrio ecológico por medio de la reconcepción de las intervenciones humanas a través de la creación de hogares naturales para la fauna, así como de la diversificación de los terrenos de monocultivo, con el fin de generar una relación armoniosa entre los viñedos y la biodiversidad”.

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