La semana pasada hablamos sobre los vinos blancos y las nuevas propuestas para probar durante las cenas de estas festividades de fin de año, es decir, Navidad y Año Nuevo. Recapitulando un poco, sugerí los varietales Albariño (España), Chardonnay (Chablis en Francia, más ácido que de costumbre) y Riesling (Alemania–Kabinett, que significa ligeramente endulzado y con alta acidez). Ahora bien, complementado esta serie de vinos y nuevas propuestas para probar, quiero recomendar tres vinos tintos para esta cena y festejos.
En primer lugar y para romper un poco con la tradición de los vinos Tempranillo de España de La Rioja y Ribera del Duero, quiero recomendarles el varietal llamado Garnacha en español (o Grenache, en francés). Es una uva que, por sus características, tendrá una acidez baja y es sumamente resistente con los climas muy cálidos; además soporta bien los periodos largos de sequía en la viña (lo que la hace ideal, por ejemplo, en el sur de Francia). No obstante, en esta entrega les quiero recomendar que prueben aquellos vinos españoles que proviene de la región de Priorat, en Cataluña, (hechos con Garnacha) mismos que tendrán un perfil aromático afrutado y taninos bajos) y que combinarán bien con diversos platillos para las cenas en cuestión. Si bien los hay de otras regiones del mundo, creo que Priorat es un excelente comienzo para probar la uva Garnacha y encontrar todo aquello que nos gusta de la misma.
En segundo lugar, quiero recomendarles los vinos de Sudáfrica hechos con la uva Pinotage. Este varietal es característico de este país y es una cruza de los varietales Pinot Noir y Cinsault. El perfil de esta uva es interesante, porque tiene aromas y sabores potentes, generalmente con taninos elevados y características de frutos negros, chocolate, ciruela, etcétera; aunado a un tono “ahumado” que le hace combinar bien con diversos tipos de comida, como el mole, la barbacoa o el asado. Por lo general está mezclado con otros varietales; cuando en ella predomina la Pinotage, entonces se le conocerá como Cape Blend y sabremos que el perfil de este vino es precisamente el que acabo de describir. Por lo anterior, es una propuesta diferente que vale la pena probar.
Por último y para cerrar con “broche de oro” esta entrega de los vinos tintos, quiero sugerir el varietal Cabernet Franc, pero no aquel que viene de la región de Chinon en Francia (que es quizá el más famoso) sino aquel que viene de Argentina. Es bien sabido que Argentina produce vinos Malbec de alta calidad y lo hace además de forma masiva e importante, pero también hay que tener en cuenta que los vinos del Cono Sur hechos con Cabernet Franc (Uruguay también está en esta categoría) son de alta calidad y quizá más sutiles. Con tonos ligeramente herbáceos, taninos medios y una compleja potencia aromática, la uva Cabernet Franc será una estrella de América del Sur que vale la pena explorar, sin hacer menos a las demás, por supuesto.
Dicho lo anterior, la propuesta de esta serie de artículos es que podamos probar vinos diferentes de los que tradicionalmente consumimos, y que al hacerlo, volteemos la vista hacia nuevas regiones, nuevos varietales y nuevos estilos, todo ello a precios razonables. Además de lo interesante y delicioso de los vinos que propongo, es una excelente manera de ir aprendiendo cada día un poco más.
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