Por Viridiana Saavedra
Uno de los más reconocidos jaliscienses es Guillermo Del Toro, que este 9 de octubre celebra su cumpleaños y en su honor recorrimos el mercado de Santa Tere, donde estamos seguros que “el gordo” disfrutaría si estuviera en Guadalajara.
Nuestra primera parada fue en Titas, donde venden los que para el cineasta tapatío son los mejores jugos y lo más deliciosos biónicos, ese combinado de frutas con crema dulce y cereales que es muy común encontrar en la ciudad. Ahí platicamos con Elizabeth Ramírez, una de las cuatro hermanas encargadas de Titas, el local ubicado al centro del mercado y donde cada que puede, Guillermo Del Toro llega para recordar su infancia en uno de los barrios más tradicionales de la ciudad.
Sus jugos preferidos son de lima y de mandarina que “le encantan, le fascinan” y por eso hasta los ha promovido en sus redes sociales, asegurando que son una delicia.
“A veces manda amigos a comprar cosas aquí a Guadalajara y les dice que por favor no dejen de ir al mercado de Santa Tere a Las Titas y estando los muchachos aquí, con su celular nos comunican al estado donde está mi chiquillo Guillermo Del Toro y el corazón se me sale”.
Asegura que el jugo de mandarina y de lima le van bien al cineasta “por el potasio que tienen para su corazonsote” y como buen tapatío, también disfruta de las jericallas, un clásico dentro de los mercados de la ciudad.
Lo esperan con nueva bebida
Como ya saben que cuando Guillermo Del Toro visita Guadalajara acude a Santa Tere, se encargaron de preparar una nueva bebida que esperan le guste
“Todo lo que hay de frutas de temporada, todo te invento, todo te vendo. Mis hermanas las más chicas son las que se encargan de inventar, tenemos una bebida que cuando llegue Guillermo primero Dios, de camote con granada, una maravilla”.
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Todos en Santa Tere lo admiran
Como Elizabeth, la mayoría de locatarios se sienten orgullosos de que el cineasta se acuerde constantemente de Santa Tere y en algunos negocios incluso tienen fotografías de cuando los ha visitado. Hay también muchos que desde sus celulares nos compartieron cómo es recibir al tapatío en su tierra, a quien recuerdan como una persona amable, sencilla, “buena para comer” y tranquila, pues llega solo acompañado de amigos o familia, pero sin personal escoltándolo.
También dentro del mercado está el local de Amaditas a cargo de una mujer que vende comida casera y que prepara el menudo rojo preferido del cineasta, así como los chilaquiles acompañados de frijolitos “aguaditos”.
“A él le gustan los chilaquiles rojos y casi el 90% de los clientes los piden rojos. Les pongo queso, cebolla, y frijoles, crema si desea el cliente y el menudo lo cocemos en rojo y a él le gusta bien surtidito y con mucha cebollita para tener aliento para hablar”, explicó Bertha Ávila, la propietaria del negocio.
Tanto en Titas como en Amaditas la experiencia de casi siete décadas les ha ganado el reconocimiento de quienes viven o trabajan por Santa Tere, pero la presencia del cineasta tapatío fortaleció a los negocios y por eso todos lo recuerdan con cariño.