Por Carla Aponte
Uno de los grandes problemas que hace algunos años atrás pareciera inimaginable es comprar alimentos “chinos” que además de no presentar el sabor y textura deseada, carecen de los beneficios que frutas y verduras cultivadas de manera tradicional aportan.
Con la llegada de la temporada de chiles en nogada surge la pregunta de que tanta calidad tienen los ingredientes que compramos para esta receta tradicional y siendo el chile poblano la estrella del platillo, siempre se busca el mejor.
¿Cómo identificar un chile poblano original de uno pirata?
Identificar la veracidad de un chile poblano podría resultar una tarea sencilla, pues hay factores característicos que se pueden identificar poniendo un poco de atención como lo son olor, color, forma y tamaño.
El aroma, por ejemplo, tiende a tener un gusto terroso y a veces picante, si al momento de olerlo no detectas estos elementos o es algo totalmente diferente, desconfía de inmediato; el color también podría ser un factor determinante pues si son “originales” tienen tonalidades brillantes con ligeras variaciones en tonos verdes e incluso en ocasiones presentan manchas rojizas.
Siguiendo con las señales, a la vista encontramos la forma y el tamaño, los que no están modificados presentan una forma alargada y ligeramente curva, si los observas demasiado grandes o pequeños puede que no sean la mejor opción, suelen medir entre 12 a 18 centímetros.
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Otra cosa que podría influir es el lugar donde lo compres, si lo consigues en mercados o negocios locales hay altas probabilidades de que se trate de un chile auténtico, caso contrario a los que se llegan a comercializar en supermercado.
¿Por qué los alimentos híbridos son un problema?
El mundo de los alimentos modificados crece con los años y pareciera no ser la opción más sana para consumir, la organización por el medio ambiente Greenpeace ha declarado que existen informes científicos que demuestran que su consumo puede provocar la aparición de nuevas alergias, así como la resistencia de antibióticos en bacterias patógenas para el ser humano.
La forma en la que estos se modifican es a través de la alteración de su material genético mediante técnicas de transgénesis o la cisgénesis, que significa que realizan la inserción de uno varios genes en el genoma.