Por Perla Rodríguez
Además del caldillo durangueño, que es considerado el platillo típico de Durango, existe otra receta con gran popularidad en el estado y sus comunidades. Se trata del denominado venorio, y del cual cuenta para El Sol de Durango, la presidenta fundadora del Conservatorio de la Cultura Gastronómica de Durango, Deyanira Navarro.
Cuando haces enchiladas, asado, tamales, u otro platillo con chile, ¿qué haces con las semillas y las venas?, si eres como la mayoría que las tira, pues tendrás que comenzar a guardarlas y es que son el ingrediente principal para el venorio.
“El venorio es un clásico y guiso representante de la cocina de subsistencia (…) porque nosotros tenemos chuales, orejones de verdura, de fruta, chile pasado, carne seca, conservamos, tenemos tornachiles. La conservación de los alimentos, eso habla de la necesidad de conservar los alimentos de un ciclo agrícola al otro”.
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El venorio se hace justamente después que se guardan semillas y venas tras haber utilizado chile. “Juntas tus venitas de esos chiles que vas limpiando y tus semillas, entonces vas guardando esas semillas y venas y haces un guisado con eso, y lo espesas con masa de maíz, para que eso molido te dé un color y sabor riquísimo”.
Después de hacer la mezcla se le puede agregar desde nopales, papas, carne, etc. El venorio es un guiso antiguo originario de Durango, explica Deyanira Navarro, al resaltar que la esencia de éste es no desperdiciar nada.
“Lo que para otros sería desperdicio, para nosotros no, esto se muele, se espesa y de verdad queda rico. Se hace con lo que hay en el campo, los nopales. Se complementa”. El venorio refleja y nos remonta a la cocina indígena, dijo.