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La misteriosa historia del falafel y una receta fácil

Aprende a preparar este delicioso platillo que le encantará a chicos y grandes

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¿Cómo te caería una tarde botanera dipeando falafel? Esta deliciosa comida originaria del Medio Oriente ha causado gran popularidad en todo el mundo y te explicaremos cuáles son algunas de sus bondades.

Su historia no tiene un comienzo claro, pero lo que sí es cierto, es que fue creó miles de años atrás. Su origen exacto es objeto de debate ¿Libanés? ¿Sirio? ¿Palestino? Se cree que tiene sus raíces en la antigua cocina egipcia, e inicialmente se preparaba con habas, pero con el tiempo los garbanzos se convirtieron en el ingrediente principal.

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El misterioso origen

Algunos otros dicen que proviene de la India, pero lo cierto es que se trata de un plato que ha traspasado fronteras, y curiosamente la palabra falafel en árabe alfilfil, significa pimienta.

Se popularizó en el Medio Oriente por su accesibilidad y valor nutricional. Su aspecto es parecido a una croqueta o albóndiga, y existen variantes en su elaboración (dependiendo en el país que se haga).

Su ingrediente principal son las legumbres, tales como los garbanzos o lentejas, que se mezclan con componentes como ajo, perejil, cilantro, cebolla, semillas de sésamo, comino o pimienta negra. Un dato curioso, es que en lugares como el Líbano, le añaden hierbabuena.

Son populares también en la comida rápida, y se adaptan fácilmente a cualquier hora de antojo. Pueden servirse como entrada, o incluso como plato fuerte acompañado con ensalada, pan pita y salsas tradicionales de yogurt o picantes.

Sus bondades

Fuente de proteína vegetal: Está hecho principalmente de garbanzos, que son una excelente fuente de proteína vegetal, y esencial para la reparación y el crecimiento de tejidos en el cuerpo.

Alto contenido de fibra: Los garbanzos utilizados son ricos en fibra, lo que puede mejorar la digestión, promover la saciedad y ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

Bajo en grasa saturada: Generalmente se cocina mediante fritura, pero en comparación con otras opciones fritas, suele tener menos grasa saturada, lo que lo convierte en una alternativa relativamente más saludable.

Rico en vitaminas y minerales: Los garbanzos y las especias utilizadas aportan una variedad de vitaminas y minerales, como hierro, magnesio, vitamina B6 y folato, que son importantes para el funcionamiento adecuado del cuerpo.

Opciones de ingredientes saludables: Contiene ingredientes saludables como cilantro, perejil, ajo y cebolla, que pueden ofrecer beneficios antioxidantes y antiinflamatorios.

Receta básica de falafel

Foto: Unsplash

Ingredientes:

  • 2 tazas de garbanzos secos (previamente remojados durante la noche)
  • 1 cebolla grande picada
  • 4 o 6 dientes de ajo picados
  • 1 taza de perejil fresco picado
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de cilantro molido
  • 1/2 cucharadita de pimienta roja (opcional, ajusta según tu preferencia de picante)
  • 1 cucharadita de sal (ajusta según tu preferencia)
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • Jugo de medio limón
  • Aceite vegetal para freír

Modo de preparación:

  1. Escurrir y enjuagar los garbanzos previamente remojados.
  2. Colocarlos en un procesador de alimentos junto con la cebolla, el ajo y el perejil. Mezclar hasta que se forme una pasta gruesa.
  3. Agregar las especias (comino, cilantro, pimienta roja) y la sal a la mezcla de garbanzos.
  4. Incorporar también el bicarbonato de sodio y el jugo de limón.
  5. Mezclar nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien combinados y la mezcla sea homogénea.
  6. Colocar la mezcla a un tazón y refrigerarla durante al menos 1 hora (esto ayudará a que la mezcla sea más manejable al formar las bolas de falafel).
  7. Calentar suficiente aceite en una sartén profunda a 180-190°C (350-375°F).
  8. Mientras el aceite se calienta, formar pequeñas bolas con la mezcla. Puedes usar tus manos o una cuchara para hacerlo.
  9. Freír el resultado pro lotes, asegurándote de no llenar demasiado la sartén. Debe de ser hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
  10. Retirarlos y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  11. Servirlos los falafel calientes, tradicionalmente se sirven dentro de pan pita junto con ensaladas frescas, tahini, hummus, y otros condimentos.

¡Disfruta de tus falafel caseros!

Recuerda que esta es una receta básica, y hay muchas variaciones regionales y personales del falafel que puedes explorar y experimentar.

Foto: Pexels

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