La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV por sus siglas en francés) tomó hace unos meses la decisión de conceder a nuestro país la sede del Congreso Mundial número 43 de la Viña y el Vino que se realizará en Ensenada, Baja California del 31 de octubre, al 4 de noviembre próximos. Durante este tiempo, habrá importantes presentaciones, pláticas, conferencias y clases en torno al vino mexicano, a la sostenibilidad general de la industria vitivinícola en el mundo, a las regulaciones y leyes que le dan forma a esta bebida y también habrá actividades culturales diversas en la región.
Para ubicarnos más precisamente, la OIV es quizá el organismo global en materia de vino con mayor legitimidad sobre esta industria particular. Si bien las regulaciones y leyes sobre la producción del vino, las denominaciones de origen y los estándares de producción los fija el
gobierno de cada país, es la OIV quien produce estadísticas, reportes y otros estudios que dotan de conocimiento y ciencia no solamente el cultivo de uvas y producción de vino, sino que también lo hacen en función del comercio internacional de este, las actividades mercadotécnicas y los análisis relativos a los costos y precios del vino en sus diferentes etapas
y modalidades.
Lo que trato de decir es que el prestigio de la OIV es sumamente reconocido en el medio y, por ende, el Consejo Mexicano Vitivinícola, la industria del vino mexicano y quienes hacen posible todo lo anterior merecen un reconocimiento especial por este evento que tendrá lugar en nuestro país y que servirá como plataforma para dar a conocer lo que México tiene que ofrecer en este aspecto.
El interés que nuestro país despierta en diversas latitudes es enorme. La diversidad cultural, gastronómica y de bebidas típicas es inagotable. No solamente México puede ofrecer vino de alta calidad y que compite con países que lo producen desde muchos años atrás, sino que además tiene otras ofertas como es el tequila y el mezcal que se han vuelto extremadamente populares fuera de las fronteras nacionales y que alcanzan elevados precios debido a la demanda que generan.
Adicionalmente, la gastronomía y la cocina mexicana que acompaña a
las bebidas que acabo de describir es inigualable, y coincidirá además que este congreso se llevará a cabo durante la celebración del Día de Muertos que, últimamente (en buena parte por las películas de 007 y de Coco) se hubo popularizado como una de las festividades más clásicas de México. Esto atraerá sin duda el interés de muchas personas que, magnetizadas
por nuestra cultura, tradiciones, gastronomía y bebidas típicas, no dudarán en venir a Baja California, principal región productora de vino, y ser parte de esta fiesta popular.
Qué gran noticia – y excelente vehículo – para que lo mejor que tiene México vuelva a posicionarse en el centro de la discusión pública y que se hable de nuestro país por las cosas buenas que tiene que ofrecer, que son muchas. Este congreso mundial estoy seguro de que será un éxito y habrá que seguir muy de cerca todos los preparativos, actividades y resultados,
mismos que estaremos comentando en próximas entregas. Mientras tanto, sintámonos orgullosos de todo lo que somos, que no es poca cosa.
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