Entre un mundo de opciones, tendencias culinarias y diferentes propuestas que tenemos a nuestro alcance a través de las redes sociales, hay quienes defienden lo auténtico, nuestras raíces y los placeres del sabor chilango.
Salvador Montiel, es un empresario mexicano que decidió hacer de un rincón de la colonia Roma, al que puso por nombre Lonchería Veintidós, el refugio perfecto donde las recetas típicas se enriquecen de sabor a partir de un original concepto, manteniendo su esencia y su sazón de barrio.
“Abrimos en 2021 y empezamos a crear cosas nuevas y diferentes. Nos enfocamos a las comidas ganadoras, esas que te tienen que llenar el corazón. Además de los caldos sanadores y los desayunos cumplidores, así les decimos porque estos tienen que satisfacerte al cien por ciento”, describe Montiel.
Aquí la carta es muy amplia y puedes encontrar desde una milanesa tamaño oreja de elefante, hasta una gordita de camarón y las clásicas migas que puedes disfrutar acompañado de música de bolero que transporta a las películas mexicanas de antaño.
“Te comes una gordita de camarón, la combinas con una cerveza y te transporta a la playa, es llevarte una buena experiencia; las parejas se quedan horas, un señor se la pasó cantándole a su esposa, estar aquí te trae recuerdos a través de la música con la que se enamoraron los abuelitos, desde boleros hasta La Sonora Matancera, ese recuerdo que te lleva a la familia y a cuando eras niño”, dice el fundador del lugar.
Salvador confiesa que este sitio es el resultado de sus recorridos por los barrios de México y sus viajes por diferentes regiones del país. “Soy un mexa de corazón. Mi familia me llevó desde niño a las famosas migas de Tepito, a las tortas de Coyoacán, a todos los lugares emblemáticos de los chilangos. De ahí surgen creaciones que son nuestra propia interpretación, de por ejemplo, las tortas de pulpo, lo que hicimos fue hacer un pambazo de pulpo, comida clásica chilanga, o la gordita de camarón tabasqueña con ajo frito, más moderna; tortas de pancita de puerco, torta de chile relleno, sandwiches con pollo al curry y hasta el cheesecake para los gringos, la colonia donde nos ubicamos pide eso, es lo que nosotros estamos aportando a la cuadra”.
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Los tacos de guisado a los que acude el “godín” todos los días, la de la fonda, las salsas y los chilaquiles son la especialidad.
“Todo mundo te vende mole oaxaqueño pero aquí hay mole veracruzano, agregamos plátano macho, tratamos de hacer cosas diferentes, y preparamos recetas de otros estados. Yo no sé de cocina, pero me gusta comer mucho. También tenemos los famosos tacos revolcados de carnitas, chorizo, pico de gallo y huevo es una bomba, pero es para estómagos de chilangos”.
El empresario dice que el tiempo de pandemia le ayudó a crear cada detalle de este negocio. “Me dedico a crear conceptos de tiendas y en el confinamiento junté gente profesional que tuviera las ganas de hacer las cosas, al llegar decían que era un espacio muy pequeño, pero eso lo hace más interesante.
“El cine mexicano me gusta mucho, y me inspiró a crear el ambiente del lugar con música de la época de oro, la cual, me lleva a cuando estaba en casa de mi abuela a momentos de mucha paz cuando de cuando éramos felices de niños y que no pagábamos renta”.
Y agrega que, “aquí somos el ‘crudólogo’ de los comensales, ese que te quiere y te cuida cuando estás crudo para que te recuperes con nuestro champagne nacional o sea el tepache y si lo mezclas con el espinazo y carne de puerco se convierte en la mejor medicina. Aquí nuestro maridaje es con tepache, así deberíamos de darle su valor a esta bebida, porque no sólo el vino puede maridar con lo mexicano. Las nuevas generaciones no conocen mucho el tepache, o los peneques, o las migas es lo que tratamos de hacer, difundir estas grandes creaciones”.
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