Los felinos siempre han mantenido su enigmática elegancia y misterio, en especial los gatos, con sus comportamientos independientes y su exigente paladar, han sido objeto de fascinación y especulación durante siglos. Sin embargo, cuando se trata de su alimentación, la falta de información precisa ha llevado a la proliferación de mitos y conceptos erróneos que pueden poner en riesgo la salud de nuestros queridos compañeros peludos.
Conversamos con la médico veterinaria zootecnista Carolina Murguía de ADM, una experta en nutrición animal, para desentrañar los mitos y realidades sobre qué darles de comer a nuestros felinos. “Hay un mito urbano sobre las croquetas y diferentes tipos o de quienes las fabrican”, comenta la Dra. Murguía. “La gente tiene la creencia de que se hace con desperdicio, o que las plantas de este tipo de alimentos son casi una pepenadora y no es así”.
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La calidad de los alimentos para mascotas es una preocupación fundamental para los fabricantes, que deben seguir estrictas normativas de higiene y seguridad alimentaria. “Las materias primas que utilizamos son de alta calidad”, enfatiza la Dra. Murguía. “Nos certificamos de que la carne sea realmente carne, sin añadidos indeseados como sangre, plumas o picos”.
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Sí a las croquetas
Sin embargo, más allá de la calidad de los ingredientes, es importante garantizar una nutrición completa y equilibrada para nuestros felinos. Los gatos son animales carnívoros con necesidades específicas, y una dieta inadecuada puede acarrear serias consecuencias para su salud. “No se tiene una prueba científica de que ciertos alimentos sean dañinos o cancerígenos para los animales”, explica la Dra. Murguía. “Pero es importante seguir las pautas establecidas por organismos internacionales de nutrición animal, como el AFFCO, para proporcionar una alimentación adecuada”.
Un aspecto destacado es la importancia del control de minerales en la dieta felina, especialmente para prevenir problemas urinarios. “Los gatos son malos tomadores de agua, lo que puede llevar a problemas renales si no se les proporciona una dieta balanceada y se les incentiva a beber”, advierte la Dra. Murguía. “Es crucial evitar la sobrealimentación y el consumo excesivo de premios, que pueden contribuir al sobrepeso y a enfermedades asociadas como la diabetes”.
Cómo integrar una dieta BARF
En medio de esta discusión, surge la controversia en torno a las dietas BARF (Biologically Appropriate Raw Food). Si bien algunos defensores argumentan que estas dietas imitan la alimentación natural de los gatos, la Dra. Murguía advierte sobre los riesgos potenciales. “Un alimento crudo puede contener bacterias dañinas como la salmonella”, señala. “Sin un seguimiento adecuado por parte de un veterinario nutriólogo, estas dietas pueden causar más daño que beneficio”.
Además de la nutrición, es importante prestar atención a otros aspectos de la salud felina, como el cuidado dental y el control del peso. “Los gatos pueden desarrollar problemas articulares, respiratorios y cardiovasculares si no se manejan adecuadamente”, explica la Dra. Murguía. “Es importante llevar a cabo revisiones veterinarias periódicas y mantener una dieta y un estilo de vida saludables”.
En última instancia, la alimentación es factor en la calidad de vida y la longevidad de nuestros felinos. “La expectativa de vida de un gato puede superar los 20 años si se le proporciona una atención adecuada”, concluye la Dra. Murguía. “Es responsabilidad de los dueños informarse y tomar decisiones conscientes sobre la alimentación de sus mascotas, garantizando así su bienestar a lo largo de los años”.