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Comida como premio: Trofeo o prohibición

Evita alimentarte o consumir ciertos platillos por presión social; te contamos más

La nutrición es una parte importante de la relación con la comida y por ello es necesario encontrar un equilibrio entre la salud y la ingesta.

El invitar a una persona a comer, no solo implica un reconocimiento, sino involucrarse lo suficiente con la persona para saber sus límites y posibilidades.

Por ello, en la cuarta entrega de esta serie, Ana Riga* nos explicó las dinámicas del organismo con la comida y los riesgos de este tipo de actividades y plantea las diferentes implicaciones del metabolismo, del cuerpo y a la salud en general, las cuales muchas veces encontramos como una forma normal de actuar.

Espectro y matices

Riga expresa que lo primero que se considera foco rojo es establecer una dualidad entre encontrar a la comida como una prohibición o un premio, ya que para ella los extremos nunca son buenos. “Creo que mucho de aquí de premiarnos o restringirnos con la alimentación viene justo de que nosotros como seres humanos nos encanta ver las cosas y como tal catalogarlas en las cosas buenas y las cosas malas, lo que debo de hacer o lo que no debería de hacer, lo que es blanco o lo que es negro y entonces esto puede hacer que nosotros empecemos a vivir en esta mentalidad de ‘¿estoy a dieta o me dejó ir por completo?‘ Creo que aquí más bien lo que hay que empezar a trabajar es el saber que este espectro de blanco y negro no es real y de nada sirve que nosotros llevemos ese espectro, ya sea restricción o atracón. Lo importante es aprender a vivir con conciencia, para que a partir de ahí disfrutemos y a la vez nos cuidemos”.

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La nutrióloga profundiza en un ejemplo, “el no caer del extremo en el que nosotros digamos, ‘ok, como esto cuando estoy a dieta y estoy contando macronutrientes‘ o ‘estoy contando calorías y entonces quiero llegar hasta el peso que me recomiendan, entonces me toca perder dos kilos’, por lo que sea que nosotros empezamos a vivir todas estas experiencias maravillosas que nos pueden nutrir desde el lado emocional, podemos decir que yo no debo descuidarme, pero tampoco puedo empezar a utilizar a la comida como una muletilla cuando yo traigo vacíos emocionales muy grandes que puede ser ocasionados desde la infancia o a lo mejor aspectos de mi vida, que yo no estoy volteando ver como el aspecto de pareja, el profesional, el social, aspectos de mi relación conmigo mismo o mi autoestima”.

Función hormonal

El cuerpo como sistema es una noción que Riga menciona, “hay que entender que el cuerpo es un sistema mucho más complejo que una calculadora, es decir, no nada más cuentas calorías, todo tu organismo está interconectado y depende de estos microsistemas, entonces no es nada más decir, ‘voy a engordar’, sino el tema de que si yo me sobrepasó, qué pasa con mis hormonas, qué pasa con la hormona insulina, con mi leptina, con mi grelina, las cuales tienen un papel bien importante al momento de regular no sólo nuestra hambre, sino también el impacto que hay en nuestro sistema inmunológico o en nuestro sistema reproductivo, todas van a determinar también la longevidad que tenemos, la vitalidad, la calidad de vida, por ello hay que tomar decisiones inteligentes y a conciencia”.

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Dentro de estas hormonas destacan el cortisol o la leptina, “hemos escuchado mucho últimamente de la hormona del cortisol, es muy comúnmente llamada la del estrés, entonces, si nosotros también estamos comiendo con estrés, eso me va a engordar, se va a liberar e inhibir la correcta digestión de los alimentos, entonces puede ser un poquito complejo, pero creo que mucho viene de tener esa conciencia de la no restricción u obsesión, además de tomar decisiones inteligentes, ya que, por ejemplo, si tengo un acontecimiento o compromiso importante en la noche, no significa que me tengo que comer todo, o todo el fin de semana, debo decidir lo que realmente disfruto, hacer mis apuestas, si realmente lo que quiero es el postre o es la pasta o la pasta con el plato fuerte, lo que sea que me vayan a servir, cuido mis otras dos comidas para entonces poder mantener un funcionamiento hormonal favorable”.

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En el caso de la leptina, “su liberación implica que haga funciones de comunicación con el hipotálamo para indicar que hay saciedad, que estoy satisfecha, esta hormona fíjate que lo interesante es que puede llegar a tardar hasta 20 minutos a partir de que se libera, hasta viajar por mi sistema nervioso y llegar a mi cerebro para mandarle la señal de que ya comí lo suficiente, entonces si yo como rápido puedo tener una sobre ingesta de 20 minutos, esto significa que en ese tiempo se puede comer mucha comida, por no estarle permitiendo darles el tiempo que necesitan para darle esa señal al cerebro”.

Presión social

Sobre la presión social mezclada con la falta de voluntad y los deseos, considera que es frecuente no tener la voluntad en tomar la decisión de decir que no a un alimento regalado, “creo que es un tema social, no donde nos cuesta mucho trabajo uno reconocer cuáles son nuestros límites que creo que ese es el punto más importante. También podemos referenciar que exista un malestar que me da el rechazar lo que me están ofreciendo, entonces entran temas de etiqueta, no sólo es agradecer, es establecer límites”. 

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En cuanto a estos patrones sociales, comenta también que existen presiones, pero que es importante poner de manifiesto un compromiso, “esto implica que de nuevo estamos hablando de patrones más sociales, pero que impactan de manera directa al tema de la nutrición. Por otro lado, el sentir muchísima presión social y el decir, ¡está bién!, ¿hasta qué momento digo que sí para poder satisfacer a los demás? o ¿hasta qué momento digo que no para poder realmente honrar lo que yo estoy queriendo hacer? y los hábitos que yo estoy queriendo construir, entonces siempre se va a sentir incómodo”.

Alternativas

Ana Riga entiende que en casos extremos donde no hay demasiadas alternativas a esas presiones y pese a la férrea convicción de muchos, dio algunas recomendaciones para poder encontrar una estrategia de medición sobre ciertos alimentos, “lo que yo recomiendo son los siguientes consejos”:

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  • Comer lento. “Esto creo que nos lo han dicho siempre y son de esos hábitos que suenan tan aburridos como que tenemos que tomar agua, que creo que todos los desechamos porque quisiéramos escuchar algo más sofisticado, pero realmente es un impacto impresionante, porque la digestión empieza con nosotros empezamos a salivar y masticar, ya que cuando nosotros iniciamos todo este proceso se activa todo un sistema hormonal, recordando a la leptina, nos va a permitir regular la saciedad, por ello no dejen de masticar lento, les va a saber mucho más rica la comida”.
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  • Vinagre de manzana. “Si los van a invitar a un evento donde saben que van a comer bastante, llévense un frasquito chiquito, y ahí guardar de una a dos cucharaditas de vinagre de manzana, tiene que ser con la Madre Virgen, para que traiga todas las propiedades. Se van a tomar sólo una cucharadita de vinagre 10 minutos antes de la ingesta y esto va a producir efecto químico que va a ayudar en dos aspectos, el primero a liberar muchos más ácidos estomacales, produciendo un efecto parecido, pero en mucho menor medida, a quienes toman antiácidos por reflujo, acidez en el estómago, sólo que en este caso es seguro en pequeñas cantidades, ya que lo único que van a hacer es fomentar su capacidad digestiva y nos va ayudar a que se produzca este ácido naturalmente y mejore la digestión. Ojo, esto no va a evitar agruras. En segundo lugar va a ayudar muchísimo a regular los picos de glucosa cuando comamos los alimentos, por ejemplo, los carbohidratos, ya que estos van a dar picos de glucosa muy altos y así como suben rápido así también bajan, eso va a mandar señales a mi cerebro de que ya se está comiendo más continuamente, pero debe tenerse muy en cuenta para los pacientes diabéticos, por eso no hay que exagerar”.
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  • Muévanse o bailen. “Si están en una ocasión social, una boda o saben que van a tener actividad física, si tienen oportunidad de bailar o moverse, muévanse, caminen, suban escaleras, traten de que sea por un tiempo aproximado de media hora (30 min.), a lo mejor puede sonar descabellado, pero tal vez le digo a mi abuelita ‘ay ahorita vengo voy a caminar’ o si se ponen en la boda a bailar, no importa, muevan su cuerpo, esto nos va a ayudar con efectos muy parecidos a los que tiene el vinagre de manzana y nos va a poder permitir controlar estos picos de glucosa y que se nivele el azúcar que yo tengo en sangre y entonces yo también pueda controlar mi hambre, y al día siguiente voy a amanecer mucho  mejor”.

Herramienta de suministro

Por último, Ana Riga complementa que sería bueno reconsiderar el papel de la alimentación como una herramienta de nutrición, “yo creo que por eso la comida no debe ser de vista como un premio, sino debe de ser vista como una herramienta que me va a nutrir, como una herramienta que me va a sumar, y ahí también entran estos placeres, que yo me doy que son meramente sensoriales, porque sino de nuevo empieza a caer en estos temas restrictivos”.

* Ana Riga es nutrióloga y health coach especialista en auxiliar a las personas a que puedan reconstruir la relación que tienen con su cuerpo, la que tienen con la alimentación y reprogramar el tipo de pensamientos para que logren sus objetivos.

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