Por Ángel Canseco
El chipilín es uno de los tantos ingredientes utilizados en la gastronomía mexicana que le da un sabor distintivo a los platillos, especialmente en los estados del sur del país.
Esta es una planta comestible, conocida científicamente como Crotalaria longirostrata, y se caracteriza por sus flores amarillas.
Es considerado un quelite, una palabra del vocablo náhuatl quilitl que se utiliza comúnmente en el centro de México para designar varias especies de hierbas silvestres de follaje tierno y comestible. En comparación con otras hierbas de este grupo, como la hoja santa o los romeritos, el chipilín cuenta con un olor característico muy penetrante y su sabor es dominante, como el caso del epazote.
Se utiliza en diversos guisos como caldos, arroces y en tamales, que son muy populares en la región de Chiapas.
Aunque su sabor puede resultar difícil de aceptar por el paladar de algunas personas, esta hierba silvestre es una parte importante de la cultura gastronómica mexicana y es apreciada por su sabor y propiedades nutritivas.
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Sin embargo, la forma más popular de consumir chipilín en el sureste de México es como ingrediente en tamales. En Tabasco las envuelven en hojas de plátano, mientras que en Chiapas se acostumbra desde siempre hacer tamales de chipilín, se combinan con pollo, cerdo, camarón, queso fresco, frijol o quesillo. Otra forma de consumirlo es en el caldo de chipilín el cual es muy famoso en la región.
Este caldo de chipilín se prepara añadiendo camarón seco y bolas de masa frita a una base de caldo de pollo o res, y se sirve caliente con una pizca de chile y un poco de limón. El chipilín le da al caldo un sabor intenso y característico, y se considera una opción muy nutritiva y reconfortante, especialmente en días fríos.
¿Ofrece algún beneficio?
Según el Instituto de Ecología de la UNAM (Inecol), las hojas de chipilín son ricas en minerales como calcio, potasio, magnesio, hierro, tiamina, riboflavina, niacina y ácido ascórbico. La riboflavina ayuda en el desarrollo y funcionamiento de las células del cuerpo, el ácido ascórbico mejora la absorción de hierro y la tiamina puede aliviar la tensión muscular.
Debido a esta composición, las hojas de esta planta se utilizan en fitoterapia como antioxidante y antimicrobiano, y a sus ramas se le atribuyen propiedades sedantes.
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