Por Héctor Román
El chilacayote o chilacayota es un fruto parecido a la calabaza, de las familia de las cucurbitáceas, que se caracteriza por ser una planta trepadora y rastrera con frutos del mismo nombre.
Por su familia, se podría decir que es primo cercano de la calabacita; tiene un sabor diferente, y en cuanto al tamaño y forma también distinto.
También puedes leer:
- La tradición de bendecir las semillas en este pueblo otomí
- ¿Por qué la verdolaga es clave contra la sequía?
- Las bondades del chayote y las razones para comerlo
El chilacayote se puede usar desde su flores, con las que se pueden elaborar dulces típicos mexicanos, sus semillas pueden comerse asadas o tostadas y son uno de los ingredientes principales para elaborar moles verdes entre otros platillos.
Otro de los nombres con el que se le conoce al chilacayote es “chilaca”; su nombre proviene del náhuatl “tzilac”, que significa “liso”, y “ayotli”, que es “calabaza”, lo que significa calabaza lisa.
Cuando el fruto está tierno suele usarse en caldos como el de pollo o res, o en guisados con carne de cerdo. Cuando el chilacayote alcanza la madurez se usa para elaborar dulces cristalizados, secos o en un almíbar.
Propiedades del chilacayote
El fruto del chilacayote es una fuente rica en vitaminas A, C y hierro, sus semillas son consideradas una fuente importante de grasas “buenas” y proteína.
En una porción de 150 gramos de chilacayote 19 kilocalorías, 3.6 gramos de carbohidratos, 1.6 gramos de proteínas y 0.3 gramos de lípidos.
Otras de sus cualidades es que tiene propiedades hipoglucémicas, que es la disminución de glucosa en la sangre, por ello se recomienda su consumo en personas que padecen diabetes. Aunque su consumo siempre debe ser autorizado por un médico.
Si quieres actualizarte sobre las novedades gastronómicas, no olvides escuchar nuestro Podcast de Aderezo que ya se encuentra disponible:
Te invitamos a visitar nuestro perfil de Instagram: