Fuertes, generosas, creativas y amorosas las mamás cerveceras son protagonistas. Estas mujeres no sólo son motor de la industria cervecera, innovando en sus actividades y liderando empresas, sino que además dirigen sus hogares y están formando a la próxima generación.
ACERMEX reunió a algunas de las mamás talentosas que trabajan en rubro para que nos hablen de sus experiencias, sus pasiones y sus sueños, son mujeres que además de ser mamás dirigen una empresa y siempre piensan en grande.
Uno de los retos que he enfrentado al ser mamá en la era del home office es ¿cómo lograr ser productiva sin sacrificar el tiempo de calidad con mi familia? Me he convertido en malabarista del tiempo para hacerlo rendir.
Creo que algo importante que he aprendido de ser madre es a desarrollar mi paciencia y tolerancia. Este aprendizaje ha sido muy importante para poder desarrollarme en los diferentes puestos que he tenido, y ahora también en el mundo cervecero.
Uno de los mayores retos a los que me he enfrentado es quitar los estereotipos del cervecero barbón y barrigón; y la gente sepa que somos muchas mujeres trabajando para hacer buena cerveza.
Una de las cosas que más amo de mi trabajo es conocer gente nueva todos los días interesada en el proceso de producción o en los estilos, así como compartir mi conocimiento con más apasionados de la cerveza.
Uno de los restos más grandes de ser madre y emprendedora al mismo tiempo, es encontrar un balance con el tiempo, ya que busco darle tiempo de calidad mi trabajo y a mi familia pero multiplicado por tres.
De mi trabajo me encanta el ambiente del que me rodeo a diario, hacer cerveza es una actividad pura en todos los sentidos, y siento que es la actividad perfecta.
El reto más grande de ser mamá y mujer cervecera es encontrar el balance entre las demandas que exige un negocio como éste, el tiempo que dedico mi hijo y a mí misma.
Tener la oportunidad de crear y poder transmitir a través del resultado de esas creaciones la filosofía integral de nuestra marca es una de las cosas que más me apasiona de mi trabajo. Soy muy afortunada de haber alcanzado los dos sueños que desde pequeña tuve muy claros: ser mamá y trabajar en lo que me hace feliz.
El reto más grande al que me he enfrentado al ser mamá y cervecera es que ambos necesitan lo mismo para ser algo grandiosos en la vida, tiempo y dedicación.
Me encanta la parte de dar catas y compartir con otros la emoción que para mi es hacer y vivir de la cerveza, pero también me da muchísima emoción la parte financiera y por último el trabajo de análisis sensorial donde tengo que revisar que la cerveza me guste a mi, pero sobre todo que vaya a ser del agrado del público. Los proyectos cerveceros como el mío tienen muchos retos y lo divertido es poderlos disfrutar.
Elizabeth Rosas Co-fundadora y directora de marketing y branding de Cervecería Calavera
Uno de los retos más grandes al combinar mi trabajo y mi vida personal ha sido encontrar el equilibrio entre trabajo y familia.
Tener una cervecería es un trabajo emocionante y satisfactorio. Me gusta poder hacer un producto que la gente pueda disfrutar y se pueda volver una experiencia integral. Me apasiona construir una empresa que tiene una filosofía basada en realizar un trabajo con calidad, profesionalismo y cariño, y donde somos conscientes de nuestro entorno, tanto social como ambiental, y estamos trabajando todo el tiempo para mejorar. Buscamos ser una empresa que inspire, siendo diversa e inclusiva y que nos ubiquen por ser de las primeras cervecerías artesanales en México con mucho enfoque a la parte de innovación, creatividad y diversidad.
Para ellas nuestro respeto por su pasión, entrega y creatividad para salir adelante.