Las bebidas fermentadas son las procedentes de frutas o de cereales que, por acción de levaduras y el azúcar que contienen se transforma en alcohol. Las más comunes son el vino, la cerveza y la sidra.
Generalmente, la fermentación produce la descomposición de sustancias orgánicas complejas en otras simples, gracias a una acción catalizada.
Además, la fermentación mejora el contenido nutritivo de los alimentos por la biosíntesis de las vitaminas, los aminoácidos esenciales y las proteínas, al volver más digeribles las proteínas y las fibras, proporcionar más micronutrientes y degradar los factores antinutritivos.
A continuación, te compartimos una lista de seis fermentados y los beneficios que ofrecen al organismo:
Kombucha: La bebida que se puso de moda durante la pandemia. De particular nombre y de origen asiático, es un té fermentado a base de hongos, al cual comúnmente se le atribuyen diversos beneficios a la salud, como aliviar el dolor por artritis, efectos rejuvenecedores, y ayudar contra el estreñimiento.
Aunque debe ser recalcado que no se han llevado a cabo ningún tipo de estudios científicos para comprobar dichas propiedades, este brebaje definitivamente es algo que aquellos que buscan algo nuevo deberían probar, pues su ligera efervescencia le da un giro inesperado.
Cerveza: La bebida por excelencia, para prácticamente cualquier ocasión, no sólo es deliciosa y cada vez más interesante debido a sus múltiples variantes de granos fermentados y sabores, sino que también es sabido que ayuda a prevenir la osteoporosis, disminuye el riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares, así como reducir la probabilidad de crear cálculos renales.
Vino: Elegante, de aromas intrigantes y el acompañante perfecto para cualquier tipo de cocina. El vino y su proceso de fermentación se originaron hace miles de años, y ahora es reconocido por ser una gran fuente de antioxidantes, los cuales previenen daños a nivel celular, y tener propiedades antiinflamatorias, que se traduce en la reducción de riesgo de problemas del corazón, enfermedades autoinmunes, e incluso cáncer.
Pulque: La bebida de nuestros ancestros creada a partir del maguey, es uno de los fermentados más versátiles en sabores, ya que puede ir desde ser el clásico y natural, hasta uno de zarzamora con queso.
Entre sus beneficios, el pulque sirve como diurético, reduce el colesterol, contiene lactobacilos que reparan la flora intestinal, estimula el apetito y contiene melatonina, para que concilies mejor el sueño.
Tepache: Al estar hecho a base de piña, el tepache está cargadísimo de vitamina C, que le dará un boost natural a tu sistema inmune y te ayudará a absorber mejor el hierro de los alimentos. Esta bebida de origen maya, también limpiará tus riñones y favorecerá tu digestión.
Kéfir: Sin duda alguna, este es lo más cercano al secreto de la juventud y salud eternas. Este producto, que tiene una consistencia muy parecida al yogurt, contiene probióticos que promueven la salud intestinal; es alto en proteínas, lo que ayuda a sentirse satisfecho más rápido, evitando comer de más; contiene alfa-hidroxiácidos que hidratan y promueven la regeneración de la piel: además mejora la densidad de los huesos y el estado de ánimo, gracias a sus triptofanitos, que elevan la producción de serotonina.
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