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Foto. Josué Martínez

Hornean pan como un acto de feminismo

Las Panas encontró en la panadería el tiempo adecuado para el acompañamiento

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Con la misma fuerza, energía y paciencia que se necesita para elaborar un pan, el proyecto de cohesión y cocción de Las Panas ha logrado apoyar con terapia a más de 250 mujeres tan solo en 2023; además, se convirtió en un espacio de cuidado colectivo constante, donde todas las mujeres que llegan ahí pueden hablar o reflejarse en otras mientras que amasan o esperan a que el pan salga del horno.

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Rosalía, la fundadora de Las Panas, comenzó a cocinar este proyecto en 2016 en su casa entonces ubicada en la zona de la Merced, de la Ciudad de México. Pensaba que, durante el reposo de la masa y la horneada, podía hacer un mapa de las zonas inseguras en su colonia, pero al invitar a otras mujeres para platicar de eso, se dio cuenta que ellas tenían inquietud de compartir situaciones más personales, incluso de violencia. Su formación de psicóloga y trabajadora social la llevaron a identificar esos problemas, así como ofrecer las herramientas que pudieran acompañar a todas esas mujeres.

Foto. Cortesía



“Por momentos como esos —las charlas — comenzaron las terapias grupales, para identificar las violencias vividas porque muchas veces está tan normalizada que ni nos hemos dado cuenta de que, lo que vivimos, es violencia. Entonces en principio, identificar y reconocer que hemos hecho para salir de situaciones de riesgo y qué más podemos hacer”, contó en entrevista Dhira Villanueva, subdirectora de Las Panas.

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Aunque en la historia de este proyecto se cruzó la pandemia por Covid-19, la sororidad y la urgencia las motivó a adaptarse trabajando a distancia, con grupos pequeños y tomando pedidos de pan vía WhastApp. Luego, cuando comenzó a abrirse todo y tras muchos fondeos, las gestoras de Las Panas visualizaron un lugar donde pudieran ofrecer talleres de pan, otras actividades feministas y fortalecer la red de apoyo, pero en un espacio más amplio, con consultorios para las terapias. En diciembre del 2022 se convirtió en realidad, en la colonia Tránsito.

“Nosotras queríamos trabajar en nuestra propia autonomía, en la gestión de recursos para no depender completamente de recursos externos y decidimos que este lugar era una forma de hacerlo. Tenemos en venta pan de lunes a sábado y aquí mismo, el espacio de acompañamiento para las mujeres”, explicó Dhira

Foto. La Señorita Etcétera


La subdirectora también mencionó que “este es un proyecto que inevitablemente te compromete; el tema de la violencia y la desigualdad de género son problemas graves, a los que hay que sumarse. Nombrar y visibilizar”.

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Amasar con corazón



Media docena de roles recién salidos del horno, que de lejos parecen flores, fueron cuidadosamente rellenados por las manos de Mayra, una de las panaderas que llegó ahí por un taller de masa madre, pero se quedó por la felicidad que le genera su labor. Antes era maestra de biología y no le importó cambiar de camino, ni siquiera vivir hasta Xochimilco.

“Siento una retribución del trabajo que hago; aunque esté cansada, pero me siento bien de todo lo que hice aquí. Hago las cosas como si yo me las fuera a comer. Me concentro en la energía física y mental”, compartió con Aderezo.

Ella, junto con Alma, nos dejaron entrar directo al aromático corazón de Las Panas, mientras preparaban pedidos de conchitas y roles. Un día muy dinámico en la cocina porque además de lo que se vende en la cafetería que tienen abajo, también reciben solicitudes de clientes por mayoreo.


El pan también forma parte de la terapia; si bien, el proceso puede ser pesado, las mantiene concentradas en el resultado. “Para mí ha sido muy benéfico, en especial por el entorno. Trabajamos puras mujeres y es muy seguro; no solo es un centro de producción, tiene un fin más allá porque las ventas mantienen este espacio. Compartimos un proyecto que nos atraviesa a todas de diferentes formas o en diferentes medidas. Me llena, me hace sentir una pertenencia y es muy valioso porque creamos comunidad entre mujeres; se abre el diálogo y nos hace tomar algunas acciones”. Alma empezó como voluntaria y por su profesión panadera, imparte talleres internos y externos.Le gustan todos los panes, pero confiesa que los roles de canela o los que llevan chocolate son sus favoritos.


Cómo acercarse a Las Panas

La subdirectora de Las Panas comenta que se abren aproximadamente tres grupos al año y que la convocatoria inicialmente es muy local. Se pegan carteles en las zonas aledañas porque quieren que la gente se apropie del espacio; pero también se acercan otras mujeres que se enteraron por amigas y otras que conocen el proyecto de redes y buscan terapias.

El equipo que conforma esta red es multidisciplinario, hay psicólogas de terapias grupales e individuales; pedagogas, auxiliares de panadería y otras que contribuyen en canales de comunicación como las redes sociales. Además, tienen algunos convenios con otras panaderías para que las mujeres que se formaron en sus hornos, puedan aplicar lo aprendido.

Así conocimos a Gabriela y  parte de su historia importante con la manos; es enfermera jubilada y era su herramienta de trabajo, pero ahora, las mantiene muy movidas porque es de lo más importante para amasar  la masa madre con la que elabora sus recetas.

“El pan es una manera de expresar amor, de relajarme y que me ayuda emocionalmente. Aquí en Las Panas además se enfocan en valorarnos y diferenciar cosas que pasan en la vida cotidiana.Me ha ayudado a quererme y cuidarme mucho porque a veces nos cuesta trabajo ser valientes o cuidarnos todas juntas. Si aprendemos esto, toca compartirlo con otras mujeres. Aquí soy libre de hacer, de tener autonomía y nadie me reprime”, concluyó.

Dónde
Avenida del Taller 24, en la colonia Tránsito en la Alcaldía Cuauhtémoc
Redes sociales
Instagram @laspanasmx

Ayuda
Las personas que deseen contribuir lo pueden hacer a través de los talleres con costo, comprando pan en su local o algún producto de oficial

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