En estas fechas de vacaciones, uno de los alimentos por excelencia para poder hidratarse es el mango. Su temporada se da desde inicios del mes de enero hasta a finales más o menos de abril.
El mango en sus diferentes variedades es conocido como el rey de las frutas tropicales y es valorado en todo el mundo, tanto por sus cualidades nutricionales como por su sabor dulce, refrescante y aromático.
En las regiones de Asia donde se originó su cultivo, el árbol de mango es considerado sagrado y sus hojas son símbolo de fertilidad y amor.
Este fruto es redondo a oblongo y puede llegar a tener un peso menor a 50 g o lograr más de 2 kilogramos. Físicamente tiene una cáscara, una pulpa comestible y una semilla.
Al inicio de su desarrollo, su cáscara es de un color verde oscuro y conforme madura puede tornarse a verdes claros, amarillos, naranja, rojos o de borra de vino al madurar. Cuando está maduro, su pulpa es dulce, de textura suave o fibrosa y de tonos naranjas o amarillos.
Suele consumirse fresco, ya sea solo o en variadas combinaciones con otras frutas y vegetales; pero también se procesa para hacer diversos productos como mermeladas, jaleas, conservas, salsas, helados, jugos y yogures, entre otros.
En las playas son uno de los frutos predilectos por su alto contenido de agua y azúcar.
México adora su pulpa
Han pasado varios siglos desde que los primeros llegaron a las costas occidentales de nuestro país en barcos españoles y su producción ha cobrado gran relevancia.
Actualmente el consumo per cápita de esta fruta es de 11.6 kg y se cultiva en 23 estados de la república, entre los que destacan Guerrero, Sinaloa, Nayarit y Chiapas por su volumen de producción.
Además, el mango mexicano se exporta a otros 27 países donde destaca por su excelente sabor, calidad e inocuidad.
Existen muchas variedades, entre los más populares se encuentran el mango Ataulfo, originario de Chiapas.
De acuerdo con el Instituto de Ecología de la UNAM, este mango tiene “denominación de origen” desde el 2003, lo que indica que es producto de origen mexicano y fue llamado así en honor a Ataúlfo Morales Gordillo, un productor originario de Chiapas que en 1963 experimentó con sus árboles de mangos.
Por su parte, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) detalla que “la genealogía del mango Ataulfo es incierta, pues se desconocen sus verdaderos progenitores. Según reportes locales y documentales, eran ocho los árboles ‘madre-padre’ de mango Ataulfo ubicados en el predio que en el año 2000 era propiedad de los herederos de José Ataulfo Morales Gordillo, pero debido a la destacada importancia económica del cultivo, el gobierno del estado decidió comprar dicho terreno”.
Beneficios en control de la salud
El mango mexicano aporta carbohidratos naturales, fibra y potasio; además proporciona una cantidad importante de vitaminas, especialmente A y C y también caroteno, un antioxidante natural.
Incluso existen varias investigaciones sobre los beneficios para la salud de esta fruta.
El artículo Nutrición, Metabolismo y Enfermedades Cardiovasculares de la Revista internacional sobre diabetes menciona que “el consumo regular de mango puede ayudar a controlar los factores de riesgo que contribuyen a las enfermedades crónicas”.
De hecho, el estudio demuestra que niños que comían regularmente mango tenían una mayor ingesta de vitaminas A, C y B6 -refuerzan el sistema inmunitario-, así como fibra y potasio.
Yanni Papanikolaou, investigador del proyecto descubrió que el consumo de mangos tenía mejores resultados de salud en adultos con sobrepeso y obesidad. Como sabemos el estado de Veracruz ocupa el primer lugar en obesidad infantil.
En el estudio, investigadores midieron los efectos sobre la glucosa, insulina, perfiles lipídicos, enzimas de la función hepática y la inflamación de 27 voluntarios a quienes dividieron en dos grupos y se les pidió consumir mango y galletas bajas en grasa respectivamente además de sus alimentos regulares controlados mediante una dieta.
Otros estudios, como el de la Universidad de Agricultura Árida, realizado por Pir Mehr Ali Shah, en Pakistán encontró que sus hojas tienen componentes activos que actúan como antiinflamatorios, antifúngicos y antiparasitarios. Sin embargo, no es todo…
Controla la grasa Un pequeño trabajo de la Universidad Médica de Harbin, en China, descubrió que la hoja inhibe la acumulación de grasa en las células de los tejidos.
Reduce el envejecimiento de la piel. Es posible que no tengas diabetes, pero una taza de té de hoja de mango por las mañanas puede aumentar la producción de colágeno en tu organismo, lo que reduce significativamente las señales de envejecimiento: arrugas, manchas y líneas de expresión.
Por otro lado, si decides triturar la hoja y colocarla sobre tu piel, reduce la inflamación, picazón y resequedad. La razón, tiene propiedades antibacterianas y favorece la cicatrización, señala un análisis de la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Valencia.
Ayuda a la visión y a aumentar las defensas. Específicamente, terpenoides y polifenoles, los cuales son importantes para la visión óptima y la salud del sistema inmunológico. También son antioxidantes que protegen las células de daño de los radicales libres.
Tu cabello lo agradecerá. Las hojas promueven el crecimiento del cabello, debido a que los antioxidantes que contienen protegen el folículo piloso del daño.
El más jugoso, ¿cómo lo encuentro?
- Busca que tengan una piel suave y lisa. Evita los que tengan la piel arrugada, agrietada o con manchas.
- Presiónalo suavemente con tus dedos. Si está listo para comerse, debería ceder un poco a la presión. Si está duro, probablemente no esté maduro todavía.
- Huélelo. Si tiene un aroma dulce y fragante, es probable que esté maduro. Si no tiene ningún aroma, es posible que aún no lo esté todavía.
- Fíjate en el color. Dependiendo de la variedad, pueden tener una piel de color amarillo, anaranjado o rojizo. Evita los que tengan un color verdoso, ya que todavía no estarán maduros.
- Comprueba la base. Si hay una mancha suave o húmeda en la base, es posible que esté demasiado maduro y comenzando a descomponerse.
- Si vas a comprar varios, asegúrate de seleccionarlos de diferentes madurez. Algunos estarán maduros y listos para comer en el momento, mientras que otros pueden necesitar unos días para madurar.
Siguiendo estos consejos, podrás elegir mangos frescos y maduros para disfrutar en tus comidas o preparar deliciosas recetas.
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