Esta semana festejamos tres cosas diferentes en el mundo del vino. Como decía la semana antepasada, siempre estas fiestas son un excelente pretexto para celebrar, pero también para aprender sobre el vino, sus particularidades y sus detalles. Por tanto aprovecharemos esta entrega para hablar de tres festejos diferentes: el día del “Cap Classique” (1 de septiembre), el día de la uva Cabernet Sauvignon (también el 1 de septiembre) y el día del Chianti (2 de septiembre). Veamos de qué se trata:
El primero de ellos es el “Día del Cap Classique”. ¿Qué es eso? Este es el nombre que se le da al vino espumoso en Sudáfrica y que está hecho con el método tradicional. Como sabemos hay diferentes maneras de producir vino con burbujas y este particular estilo que es el tradicional, es todo aquel cuya segunda fermentación se lleva a cabo en la botella directamente. Es el mismo proceso que se utiliza en Champagne pero lo único que cambia es el nombre. De forma peculiar, el vino espumoso sudafricano Cap Classique suele ser de alta calidad, con precios razonables y guarda el estilo fiel de sabores de levaduras, que son aquellos que nos recuerdan, por ejemplo a una baguette recién salida del horno, o bien, a estos aromas de pan que son tan especiales (esto se debe a un proceso llamado autólisis, por el que las levaduras liberan estos sabores en el vino después de varios meses de haber completado la fermentación).
El segundo festejo es el de la uva tinta Cabernet Sauvignon. Esta variedad es la más plantada en todo el mundo y es el resultado de combinar las uvas Cabernet Franc y Sauvignon Blanc. Es uno de los varietales más conocidos y resistentes; producen vinos con acidez alta, con taninos elevados y generalmente tienen un color púrpura profundo. Además de los aromas y sabores a frutos negros, tienen siempre un tono herbáceo muy característico de los pimientos verdes que la hacen única. Por su estructura es una de las uvas que mejor combinarán con alimentos como la carne, cuyas proteínas lograrán suavizar el impacto de la acidez y los taninos de este vino. Muchos se refieren a la uva Cabernet Sauvignon como “su majestad” por lo conocida que es, la extensión de territorio que sus vides cubren y porque prácticamente crece en cualquier lado.
Por último hablaremos del Chianti. Este vino tinto es producido en Italia y en su mayoría proviene de la uva Sangiovese que tiene grandes extensiones de territorio en el centro del país, especialmente en la Toscana. Chianti es una región tradicional y además del área histórica llamada “clásico” hay otras tantas zonas que pueden usar esta denominación. Este vino tendrá una alta acidez y un color medio rojizo con aromas y sabores menos afrutados, como de hojas de planta de tomate, clavo, pimienta, etc. Por todo ello se dice que la mejor combinación de un Chianti es precisamente con una pizza, una pasta con salsa de tomate o un buen ragú.
En cualquier caso, los tres tipos de vino de los que hablamos hoy son deliciosos y vale la pena conocerlos. Aprovechemos sus festejos para abrir una botella de cada uno de ellos (¡pero no al mismo tiempo!) y brindar con amigos. Nos leemos la próxima semana.
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