Por Alfredo Márquez
Las abejas son un insecto importante para la conservación de varias especies y entornos naturales, ya que su labor impulsa e influye en la diseminación de polen y especies de flores, a la vez que ayudan con su miel a fomentar la alimentación de varias especies.
Por ello, los apicultores de los municipios de la zona norte de Veracruz pronostican un complicado panorama para las colmenas y la producción de miel, en el largo plazo por la amenaza de sequía que en algunos sectores ya ha secado la vegetación dejando sin flor a las plantas y árboles, mientras que a corto plazo se dicen esperanzados por las recientes lluvias que mejoran el panorama.
Sobre ello habló el apicultor Deivis Maya Deantes, y dijo que la situación de sequía que persiste a traves de los años va agudizándose más en otros sectores con la reducción en la disponibilidad de agua y alimento para las abejas, lo que afecta la salud del enjambre, la actividad productiva.
Sequía afecta a floración
Esta sequía también ha causado estragos en otros sectores productivos primarios de la zona norte de Veracruz, como la ganadería, con la disminución de pastos, pérdida de peso en los animales, reducción en la producción de leche e inhibe la reproducción del ganado.
Además provoca efectos adversos en la pesca, con la disminución de niveles en esteros, lagunas y ríos, en los cuales escasean las especies como se está presentando en algunos sectores de la laguna de Tamiahua.
En la agricultura, impide la siembra, disminuye la producción de cultivos y también la pérdida de los mismos, lo que también afecta la apicultura.
La falta de agua provoca que no haya floración, que las flores se sequen rápidamente y que no haya néctar y por ello también el polen, así que las abejas están con baja nutrición, lo que se refleja en la producción de miel, explicó.
Al hacer una descripción sobre este escenario, Maya Deantes dijo que en los últimos seis años se ha repetido en esta parte del estado de Veracruz, por lo que desde el 2018 están afrontando por la falta de lluvias.
Recordó que el intenso calor puede provocar la pérdida de abejas en las colmenas, ya que los insectos no pueden controlar la temperatura de los cajones que ocupan, al no poder mantener la temperatura entre los 26°-27° dentro de la colmena.
El apicultor dijo que desde una comparativa a 10 años, prácticamente todo se está secando, por lo que aún y se presenten las lluvias difícilmente las plantas podrán florecer.
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Esperanza
Pese a todas las circunstancias, los apicultores de la zona confían en que estos meses continúen presentándose las lluvias como las que se registran desde el mes de enero a la fecha para que mejore la floración, las abejas recolecten más néctar y puedan lograr una buena cosecha de miel.
Maya Deantes dijo que, pese a las pocas lluvias que ha habido desde el 2018, este año el escenario ha comenzado a cambiar y mejorar las expectativas inmediatas, en cuanto a la miel que entregarán las colmenas.
Recordó que la primera recolecta de miel en los apiarios se presentará en el mes de abril, cuando los apicultores se den cuenta que tan favorables resultaron las lluvias los últimos días del año pasado y las ocurridas recientemente en el presente año.
De acuerdo con las previsiones de la Comisión Nacional del Agua, el 2023 será complicado para el noreste del país comprendiendo también el norte de Veracruz en donde prácticamente se dependerá de las lluvias de tormentas para lograr la recuperación de niveles de otros años en esta región del país.
En ese sentido se espera que la sequía se recrudezca en los meses siguientes en el norte de Veracruz concretamente en municipios de Naranjos, Tampico Alto, Pueblo Viejo, Ozuluama así como otros en la zona.
Apicultura en crisis
Los apicultores en la zona norte de Veracruz han quedado en el abandono y marginados durante el actual gobierno federal, que en papel tiene varios programas para este sector de la producción agropecuaria, pero en la realidad no están en práctica, salvo una ayuda que por sequía recibieron hace casi dos años.
Los municipios de Pueblo Viejo, Tampico Alto, Ozuluama y Pánuco albergan un promedio de 20 apicultores, cada uno en diferentes capacidades, que en total suman aproximadamente 250 colmenas.
El número promedio de abejas en una colmena es de aproximadamente 50 mil. Pero la cifra puede variar debido a la situación geográfica, floración de la zona, cuidados del apicultor, experiencia de la reina, y en el mejor de los casos, una colmena sana y bien cuidada puede tener entre 80 mil y 100 mil abejas.
Un enjambre sano puede producir hasta 50 kilos de miel al año. Cada colmena produce un promedio de 20 a 50 kilos de miel en un año.
La cantidad exacta varía según el tipo de miel, el número de abejas, las floraciones presentes en el área pero también la fuerza de un enjambre.
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