Filiberto Ramos – El Sol de Toluca
Amarrarlos, ofrecer y negociar, echar a un costal y se hace la “ganga” de los guajolotes en el tianguis del Puente de San Bernabé. Y compra y oferta se puede adelantar desde el mes de noviembre, si es que se quiere aún más engordar a las aves para que rindan más en la cena de Navidad y Año Nuevo.
“Hay de precios, según lo que pese y si es chico y grande el güilo”, explica don Macerlo, uno de los vendedores que crían estas aves y que especialmente cada año las venden en el tianguis semanal.
También puedes leer:
- Restaurantes con menús para celebrar la Navidad y el Año Nuevo
- Guajolotes, más para mole que para la cenas de diciembre
- ¡Prueba todos! Platillos se comen en el Guadalupe–Reyes
La venta
El tianguis ubicado en la carretera libre Toluca-Ixtlahuaca, lo tiene todo, aunque en esencia se trata de un mercado de animales, se ofrece desde ropa hasta vehículos.
En la zona de animales de granja se ofrecen los guajolotes, sobre todo en los meses de noviembre y diciembre.
La venta la hacen los criadores de estas aves, granjeros y agricultores que se dedican a la engorda al menudeo. “Se vende de a poco, porque se crían todo un año y luego se traen aquí”, explicó otro de los ofertantes.
La transacción se hace, según lo que impone el criador de las aves: tiempo de engorda, edad del ave e incluso la calidad de la misma.
Los precios
En este tianguis de Almoloya de Juárez, los precios de los guajolotes, son de menor precio que los ofrecidos en centros comerciales.
Las aves se ofertan entre los 400 y los 650 pesos, según el peso y la edad de las mismas. Las aves jóvenes, que son de ocho meses y pesan unos 5 kilos pero pueden pesar hasta 10 kilos. Uno joven es más que dos pollos y cuesta alrededor de 450 pesos en cualquiera de los puestos ambulantes de la zona de animales de granja.
La crianza
La crianza de las aves se hace en los hogares, en pequeñas granjas de Mayorazgo, Ixtlahuaca y Almoloya de Juárez. Estas son alimentadas con maíz, tortilla remojada, hierbas e incluso jitomate, pues entre más natural sean, mejor para la venta.
“Aquí no se les da nada de químicos de engorda, crecen solitas y saben más buenas”, garantiza una de las vendedoras del tianguis. Las aves se dejan crecer un año o más de uno para que lleguen a pesar hasta 10 kilos y alcancen un mejor precio.
Para la cena
Las familias que acuden a este tianguis previo a la Navidad tienen sus propias recetas, y son las más tradicionales y mejores. Lo más común es que el guajolote de los tianguis de San Bernabé se coman en mole rojo, con arroz.
Un guajolote de 10 kilos puede alcanzar hasta para 20 personas y se le saca provecho: dos mulos, dos pechugas, dos piernas y un poco de la maciza. También la cabeza y las patas sirven para el caldo que se puede comer en el recalentado.
Si quieres actualizarte sobre las novedades gastronómicas, no olvides escuchar nuestro Podcast de Aderezo que ya se encuentra disponible:
Te invitamos a visitar nuestro perfil de Instagram: