Por Mónica Vargas
En las faldas de la zona arqueológica de Xochitécatl, en Tlaxcala, se encuentra San José Atoyatenco, un pequeño pueblo donde los habitantes convirtieron sus casas en comedores para degustar exquisitas carpas envueltas en papel mixiote y hoja de maíz cocidas sobre grava calentada en comal.
La carpa se adereza con apenas tres ingredientes: epazote, sal y chile jalapeño rojo; pero la combinación de sabores y el toque hogareño de las cocineras, con 60 años de tradición, lo convierten en un platillo para chuparse los dedos.
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La experiencia de la ruta
La ruta de las carpas está a 25 minutos de la capital de Tlaxcala; pero te sugerimos abrir el apetito con una visita previa a las zonas arqueológicas de Cacaxtla y Xochitécatl, ubicadas a solo 5 minutos de Atoyatenco.
La calle principal de la comunidad es la más concurrida, donde los domicilios han sido habilitados como pequeños restaurantes, pero también hay establecimientos más amplios, con estacionamiento y áreas verdes.
Dice que “de la vista nace el amor”, por eso, sin importar el sitio, puedes elegir la carpa empapelada que más se te antoje del comal ¡y la que más se asemeje al hambre que tienes!, pues van de los 3 hasta 10 kilogramos. Eso sí: todas están calientitas, suaves y muy ricas.
Precios
Una carpa para cuatro personas cuesta 400 pesos, en promedio. Este platillo del arte culinario de Tlaxcala se acompaña de ensalada de nopales, queso asado, pepino en rodajas, tortillas y diferentes picantes. Además, puedes agregar a tu menú charal, acocil o huevera, durante la época de reproducción.
Con bebida y postre, el platillo por persona no rebasa los 250 pesos.
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