Por Carmen Jiménez
Para celebrar el día de San Patricio, no sólo se debe convivir con las gaitas, la cerveza y los desfiles, también puedes explorar los gustos y las texturas del país de los tréboles con esta bebida que cuenta con una larga tradición.
Este café se ha sabido ganar su lugar en la carta de bebidas de todo tipo de bares y cafeterías, conviviendo con carajillos, belmontes, brasileños, italianos, parisinos o el clásico café vienés.
En esta ocasión, la barista Míriam Lorena Morales García comparte los pormenores de la preparación en las cafeterías del sur de Tamaulipas y los sabores que han distinguido al exquisito café.
Historia de una bebida caliente
La historia parece sacada de una película del cine noir, pero Morales nos comparte cómo fue que se originó esta sutil combinación.
“El café irlandés o irish coffee es una bebida que consiste en la mezcla de whisky irlandés, una cucharada de azúcar, café y finalmente va cubierta de crema de leche o nata semimontada. ¡Pero su historia va más allá de eso! Según la versión más difundida, la receta se creó en la década de los 50 en Irlanda por un cocinero aeroportuario llamado Joe Sheridan”
Míriam cuenta que todo comenzó con el retraso de un vuelo y su capitán, que había despegado a última hora rumbo a Estados Unidos, avisó al aeropuerto de que debía volver. Esa noche azotaba una fría tormenta y era imposible continuar el itinerario, por lo que tuvieron que volver a Irlanda, cansados y aparentemente muertos de frío, obligados a esperar a que mejorase la situación.
Los empleados de las instalaciones alargaron su jornada para dar asistencia a los viajeros y uno de los cocineros, Sheridan, para contrarrestar el insoportable frío que aquejaba a los pasajeros, tuvo la idea de improvisar una bebida caliente. Fue algo sencillo, sólo preparó café, pero le añadió el toque mágico irlandés, el whisky. La idea fue un éxito entre los pasajeros y posteriormente desarrolló mejor la preparación.
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Luego de un abrupto cierre de su local en 1945, Sheridan se empleó en el aeropuerto de Rineanna, hoy Aeropuerto Internacional de Shannon. Se llevó consigo la receta del café, así como la fama por Irlanda, Europa.
En 1951, el escritor estaounidense Stan Delaplane desembarcó en Irlanda y probó el ya tradicional brebaje. y luego de quedar encantado compartió el hallazgo con su amigo Jack Koeppler, quien era dueño del Café Buenavista, un local pequeño ubicado en San Francisco, Estados Unidos, pero no lograron replicarlo, incluso él mismo viajaría a Irlanda para investigar las claves de la receta, pero nunca se dio cuenta de que fallaba en lo más elemental: el whisky y la nata, por lo que le ofreció el puesto de chef en su negocio a Sheridan.
La precisión de la historia varía según quién la narraya que se dice que fue el propio Koeppler quien retó a su amigo Deplane a ayudarle a recrear aquel famoso cóctel, pero no lograban dar con el sabor y la textura; hoy esta leyenda es parte de la receta mundialmente conocida.
Cuál es la forma adecuada para degustarlo
Según los baristas, la mejor forma para tomar esta bebida es tomando en pequeños sorbos, apoyando la copa en los labios y levantándola, esto tiene el fin de que se pueda beber sin mezclar la nata con el resto de los ingredientes. De este modo se debe percibir el frescor de la nata montada en los labios, seguido del sabor del café y el whisky.
La cucharilla no tiene como función la mezcla de los ingredientes sino que sirve para refrescar la garganta cuando el whisky la impregne, tomando un poco de nata.
Diferencias del café irlandés y otras preparaciones
Morales, la barista con cinco años de experiencia, comenta que actualmente el mundo del café es bastante amplio y al preparar el café irlandés también ha habido diversos estilos.
“En gustos se rompen géneros y así como en la música o los estilos, el café también varía dependiendo desde lo suave, lo fuerte, lo cítrico y lo frutal que uno así lo quiera y, a diferencia de los cafés mayormente conocidos o más comunes, el irish coffee lleva en su receta original un whisky irlandés que da su toque fuerte y dulce a la vez”
Al tener la oportunidad de analizar el mundo del café desde hace varios años en la zona sur, Míriam comenta que en Tampico el público no pide el café irlandés, por ello impulsa a que se den la oportunidad de probar algo nuevo.
“Dense la oportunidad de siempre probar algo nuevo, y si cuentan con el tiempo, incluso de investigar un poco sobre su origen o elaboración, no saben cuántas historias interesantes puede haber detrás de una taza, un grano de café o un buen whisky”.
Receta del café irlandés
Ingredientes
- 1 taza de café fuerte recién hecho
- 1.5 oz (45 ml) de whisky irlandés
- 1 cucharadita de azúcar (opcional)
- Crema fresca
Preparación
- Prepara una taza de café fuerte y viértelo en una taza resistente al calor.
- Opcionalmente, agrega una cucharadita de azúcar y mezcla hasta que se disuelva.
- Añade 1.5 oz (45 ml) de whisky irlandés al café.
- Vierte suavemente la crema fresca sobre la parte posterior de una cuchara volteada para que flote en la parte superior del café. No mezcles la crema con el café.
- Disfruta del café irlandés caliente y saborea la combinación única de café, whisky y crema.
Para saber
El 25 de enero se conmemora el Día del Café Irlandés
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