Sophia Trapp proviene de una tercera generación de mujeres ganaderas; ha sido parte de un negocio en el que ha enfrentado varios retos como mujer. Ha trabajado junto a hombres dedicados al campo de los que ha obtenido el conocimiento necesario sobre el cuidado de la tierra y a los que, a su vez, ha dirigido como líder.
Nació en Nueva York, pero creció en Argentina, donde conoció de cerca las diferentes actividades de la crianza de reses, dando como origen a Cañada de la Virgen, una empresa productora de carne que actualmente se ubica en San Miguel de Allende, México.
“Crecí con mi abuela y mi madre en el negocio de la carne. Para mí fue normal pensar que yo también me dedicaría a eso. Vengo de una familia donde domina el matriarcado, de mujeres fuertes. Migrar de Nueva York a Argentina fue un contraste fuerte, porque crecí en los Estados Unidos donde la presencia de las mujeres en diferentes ámbitos, se está dando de manera importante; su derecho a opinar y pertenecer a cualquier negocio ya es parte de un sistema basado en la equidad de género. En aquella época esto no sucedía tanto en Latinoamérica.
“Mi abuela inició su primera ganadería en Argentina, me enseñó todo y por eso tango mucho conocimiento del mundo empresarial latino. Después me mudé a México y supe cómo hacer negocio aquí, con toda la experiencia. También paso mucho tiempo en Los Ángeles, Ecuador y hasta en China”, explica Trapp a Aderezo.
Narra que en Argentina trabajaba en el campo junto a los gauchos, se dedicaba a cazar, cuidar el ganado y los caballos.
“Estando en medio de la naturaleza aprendes más sobre el ciclo de la vida, cómo es el nacimiento y cómo es la muerte. Fue toda una filosofía que aprendí de los gauchos, que me enseñaron mucho y respetaba sus conocimientos.
“Sin embargo, pienso que en Latinoamérica los hombres limitan más a una mujer para realizar el trabajo difícil. Con los vaqueros con los que trabajo quieren seguir realizando el trabajo duro, yo soy la jefa pero en este caso reconozco que hay que tener algunas habilidades como las que tienen ellos y que sólo ellos saben cómo hacerlo porque llevan más de 40 años en esto y es admirable todo el conocimiento que han adquirido”, confiesa la empresaria.
Narra que su abuela y su madre le enseñaron a trabajar el pasto, investigar y desarrollar técnicas especiales para que el ganado tuviera una alimentación adecuada para entonces producir carne de calidad única.
“Tienes que entender el pasto que van a comer los animales en engorda, para que estos crezcan sanos y fuertes. No puedo decir el secreto, pero la fórmula que usamos se basa en una diversidad de pasto especial con minerales y vitaminas necesarios. Ahora estamos en San Miguel de Allende y nos enfrentamos a un reto especial, ya que aquí existe un clima semidesértico a diferencia de Argentina, donde había mucha lluvia y buenas condiciones para la siembra”.
El tipo de suelo y clima de San Miguel, se convirtió en un motivo para que Trapp llevara a cabo un proceso de investigación sobre la forma en que podía mejorar la forma de alimentar a sus reses, así que comenzó a experimentar con plantas y elementos endémicos que la misma tierra ofrecía, logrando un importante descubrimiento que actualmente busca patentar.
“Hay un dicho que dice: ‘si la vaca no lo puede comer, tú tampoco’, así que realizamos un análisis del suelo, si éste carece de minerales o de algo más, ahí es donde tenemos que ver la forma de mejorarlo para poder trabajar con él.
“En cada zona y ecosistema existe la comida y medicina que necesitas, pero en este caso mi empresa, al producir carne orgánica, los procesos son mucho más delicados y específicos. Así que realizamos un experimento que está funcionando de maravilla, que es el beneficio del agave, el cual tiene muchos de los minerales que le hacían falta al suelo de San Miguel de Allende, y ahora nuestro ganado lo está comiendo.
“Se trata de un fermentado de agave que está dando todos los elementos, agua, jugo y minerales; y en tiempo de sequía las reses están comiendo una cosa muy sabrosa a un precio muy bajo, porque para que el agave crezca no necesitas irrigación, es un gran invento que hemos hecho y que hace que también nuestra carne sea más sabrosa y las vacas no sufren en tiempos en los que no hay tanta lluvia”.
La empresaria dice que este invento puede llegar a ser muy benéfico sobre todo en las regiones semidesérticas de nuestro país, donde el ganado se encuentra en crisis a causa de la sequía.
“Estamos haciendo todo para compartir nuestro descubrimiento porque hoy en día en las zonas semidesérticas de México, sobre todo en el norte, no existe inversión y el ganado tiene problemas para alimentarse”.
El papel de la mujer en el mundo
Sophia afirma que todo los logros que ha obtenido a lo largo de su vida se los debe a su abuela, sobre todo en cuestión de fortaleza y resiliencia.
“El legado más importante de mi abuela fue la paciencia para trabajar en equipo. Estoy al frente de este gran proyecto, que no hubiera podido tener el éxito que tiene actualmente sin la ayuda de los vaqueros que me apoyaron y creyeron en mí, al igual que los clientes quienes creen mucho en nuestra ética y esfuerzo, es un equipo enorme con el que estoy agradecida.
“Es muy difícil para mí ver cómo están callando la esencia de la mujer en algunos países del mundo. Sueño con un mundo donde todos seamos iguales, que todos seamos valientes para respetar las dos perspectivas, tanto del hombre como de la mujer. Hay soluciones para ambos y todos merecemos respeto. Es triste cuando alguien no es respetado no sólo por ser mujer, sino por su color de piel o simplemente por sus orígenes; todos somos seres humanos y merecemos respeto”, reitera.
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A las nuevas generaciones de mujeres les envía un mensaje: “Hay que tener esperanza, salir adelante y ser tercas, amor y respeto por sí mismo. Todas debemos tener el valor de respetarse a sí misma; cada voz es esencial y hay que tener el valor de creer en ti mismo seas la persona que seas.
“Yo admiro a todas las mujeres que han destacado en su ámbito, las primeras que destacaron en la política, en la música, hay mujeres que están defiendo su tierra, mujeres que se levantan aunque les digan que no pueden, las mujeres que abren su propio camino, que hablan otras lenguas y que están haciendo su propio negocio”, concluye.
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