El inicio de año y el pleno invierno ha dado la oportunidad a los habitantes de la Ciudad de México de panorámicas mágicas, cielos casi al estilo de Monet. Las nubes lenticulares son las que más causan impacto, en especial porque se forman más abajo que otras y son cilíndricas o similares a un plato, debido a que los vientos rápidos chocan contra la estructura alta, según informes de la UNAM.
¡El plato! Esa forma es la que nos hace pensar: por qué no estamos viendo estos cielos en una terraza, frente a un suculento plato y bebida cálida.
En Aderezo sumamos sabor a estos atardeceres, con una guía breve, pero contundente de terrazas en las que podrás estar más cerca del cielo rojizo o de colores rosas que nos recuerdan a un algodón de azúcar. ¡Toma nota!
Terrazas para comer rico y ver las nubes
Ling ling
Está ubicado en el piso 56 dentro del hotel Ritz-Carlton de la Ciudad de México, y la convierte en uno de los restaurantes más altos de la urbe.
En el menú encontrarás influencias japonesas, tailandesas, vietnamitas y coreanas, además, de sus orígenes cantoneses de Hakkasan. Entre los platillos que recomendamos los shishitos los dumplings de Edamame, el wagyu, el pad thai noodles que tiene como ingredientes cacahuate dulce y camarón. Además, la coctelería es imperdible y llamativa.
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Arango
Se convirtió en un clásico para los que aprecian la comida con recetas que enaltecen los ingredientes mexicanos; obra del chef Alejandro Cuatepotzo y uno con las mejores panorámicas al Monumento a la Revolución.
Del menú te recomendamos sopes con lengua de res, el fideo seco, el chuletón de cerdo rostizado y cerrar con un flan de caramelo.
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Altanera
La dirección en cocina es de la chef Lula Martín del Campo, una garantía de calidad y respeto por la trazabilidad e ingredientes.
Aquí encontrarás platillos que te llevan al mar y a la tierra, entre ellos, caldo de camarón estilo Barra Vieja, el pork belly crocante con ejotes al maple o las carnitas de atún y el sope de pipián con pollo, masa de maíz azul endémico de Tlaxcala.
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Paxia
El restaurante del chef Daniel Ovadia se ubica en el piso 8 dentro del Hotel Umbral, una experiencia con cielo memorable, según la hora del día que decidas visitarlo.
“Quería hacer un restaurante donde la gente fuera a tener una experiencia de alta cocina, pero con platillos divertidos; que generen un recuerdo, que lo entretenga y que salga de la rutina diaria. Para tener un momento de concentrarse en la comida y pasarla bien. Entonces todos los platos están pensados en eso”, cuenta el chef.
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El Mayor
Con el Templo Mayor de frente y una Librería Porrúa en la parte de abajo, este restaurante se caracteriza por tener en la carta un menú de comida mexicana clásica, pero con toque contemporáneo. Por ejemplo, carnitas de salmón, entomatadas rellenas de flor de calabaza, elote y calabacitas o las deliciosas albóndigas de res rellenas de plátano macho y queso provolone, bañadas con mole negro. ¿Se te antoja?
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Loretta
La terraza de este restaurante es amplia acogedora y sin lugar a dudas te hará sentir como si en serio estuvieras a orillas del Mediterráneo, por sus pisos azules, paredes y mobiliario blanco, así como los paisajes de los pueblos italianos.
Su cocina a cargo del Chef Abel Hernández ofrece un menú de gastronomía mediterránea en el que encontrarás cortes de mar y tierra, infinidad de ensaladas, postres y variedad de vinos del viejo mundo.
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