Las máscaras de jade, jaguares y venados que se ven en la obra del artista Saner ocultan un comelón detrás de ellas; ese gusto por la comida mexicana que con frecuencia deja ver en sus murales —con nopales, maíces incluso platos o vasos— toma forma y sabor en los platillos de su nuevo proyecto: Mi Guerrero Ikal.
El nombre hace referencia a su primogénito, pero es un proyecto que comenzó a trazarse desde tiempo antes, en el imaginario del artista y su esposa, Lalix. Ahora es realidad y puedes ir a probar de todo.
“Lo que estaba planeado es que tuviéramos un proyecto que no fuera lo que normalmente están acostumbrados a ver de nosotros… surge por esa necesidad de elevar la experiencia y la excusa es la comida”, contó para Aderezo el artista.
La creación del menú es una colaboración con el chef Antonio Miranda, entre él y Saner existe admiración mutua. La carta tiene una sazón muy familiar y con ingredientes nacionales, que a veces sorprenden, como un pastel con hoja santa. El artista mexicano explica que en la carta está lo que a él, a su esposa e hijo les gusta: Comida mexicana y sus platillos favoritos, como los molletes que ama Ikal.
“Es sabia la vida, porque empezamos con esta idea hace muchos años, pero cuando ya nació nuestro hijo creció más”, menciona que lo sacó de su zona de confort, de su quehacer gráfico y artístico que ya domina; lo llevó a trabajar con otros creativos y sacar del muro a los personajes que hay en su obra.
“Cada detalle que ustedes ven al momento de llegar. El lugar donde los reciben es una máscara, las mesas, los muros… la decoración está pensada en una forma especial para ese lugar. La barra tiene ese color como si fuera una máscara de jade y no olvidemos los panes: Este es el mundo de Ikal versión Saner que queremos compartirle a los demás. Y queremos que sea una experiencia, que no se quede como en estas inmersiones que son ahora, algo digital, un bombardeo visual, nosotros quisimos llevarlo por otro camino que termina en los alimentos”, contó el artista.
Además, enfatiza que no solo contemplan la comida,también otras actividades con proyectos y personas talentosas que conocen desde hace ya 20 años, por ejemplo con la Orquesta Nacional de Jazz, quienes tocaron en la inauguración, “sería increíble que de repente aquí hubiera una sesión solista con ellos. Eso es lo que queremos que suceda aquí, que estén pasando muchas cosas y sea un motor creativo”; también están planeados eventos o cenas especiales a partir de la obra de Saner que irán anunciándose en un futuro cercano.
Sincronía entre la obra y la comida de Mi Guerrero Ikal
La comida del restaurante convive con la obra de Saner no solo con lo que hay pintado en las paredes o la tienda-galería que hay en la parte superior, comenta que las pinturas y los platillos que proponen se sincronizan desde la materia prima.
“Siempre he plasmado en muchos de mis cuadros el maíz como ese alimento base de nuestra herencia. Ha sido algo que ha ido marcando muchas de mis obras… es un ingrediente o elemento que también habla de mis raíces y los gustos de mi esposa. En el restaurante queríamos mostrar como sería la versión tlayuda o totopo Istmeño, que tiene también como base el maíz, pero en la versión de Mi Guerrero Ikal; cómo sería un plato de frutas, una avena…. verán la sincronía de mi obra en la comida, en cada detalle, como en obleas comestibles o una concha con una máscara”, explica el artista.
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¿Qué probar?
La carta es concreta, poco más de 10 platillos; según dice Saner, no es muy amplio, no está dividido por tiempos porque no quieren atiborrar a las personas, quieren que prueben de todo sin importar la hora del día, no diferenciar el menú de la mañana con el de la tarde o noche, “solo queremos que disfruten, que vengan a crear su propia historia”.
Y antes de entrar en los destacados del menú en este proyecto, el artista nos contó que en la carta hay una opción que describe a Ikal, Lalix, Koben y Saner: la tlayuda.
“Es un platillo que nos compone como familia. Empezando desde la forma circular, ninguno tiene un espacio específico, todos somos una armonía. Los ingredientes tienen que ir perfectamente combinados, la cama de frijolitos, el queso, los rábanos… lo que hace que algo se vuelva perfecto pero que si está separado es nada, pero cuando lo tienes todo en conjunto se vuelve algo único”.
Más del menú
A continuación te compartimos otros de los destacados en la carta:
-O’och: Enchiladas de mole poblano, rellenas de requesón y huauzontle, acompañadas de queso cotija y crema de rancho
– Oom: Pan tostado en hogaza de hoja santa con guacamole de quelites y tomates confitados, acompañado de un mx de hojas frescas con vinagreta de hoja santa
– Eek: Cheescake de maracuyá con hoja santa
– Ixchel: volcán de chocolate con un toque de chile guajillo
Por cierto, hay elementos que distinguen a los platos, por ejemplo, el postre es un jaguar sobre papel de arroz comestible y las conchas de sabores poco comunes, como jamaica, vienen en forma de máscara.
Para saber
-En el restaurante está a la venta su primera línea de ropa y artículos
-Hay una pequeña exposición que irá cambiando en el año
Cuándo y dónde
Cuándo y dónde
Se ubica Xicotencatl 173, colonia Del Carmen, Coyoacán. Abre de las 9:00 a 21:00 hrs.
Redes sociales: Instagram @miguerreroikal
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