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Foto. Ollin Mendoza

La leyenda del té que salvó a un pueblo

La columnista echa un vistazo a los mitos que envuelven al Bai Hao Yin Zhen

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Cuenta la leyenda que una sequía afectó el pueblo de He Zheng en Fuding, FujianChina, provocando a su vez, fuertes enfermedades. Los aldeanos decidieron explorar la montaña vecina pues se rumoraba la existencia de una planta con propiedades mágicas y curativas junto a un pozo, pero nadie regresaba ya que en su camino escuchaban voces diciendo: “no te atrevas a seguir subiendo” que los convertía en piedra.

Un buen día, un jóven valiente decidió volver a la montaña, usar pasteles de arroz para protegerse los oídos de las encantadoras voces y logró llegar hasta donde se encontraba la mítica planta. Resultó ser Camellia Sinensis, la cuidó regándola con agua del pozo hasta obtener semillas… las llevó al pueblo en donde elaboraron té Bai Hao Yin Zhen a partir de sus brotes el cual libró a los aldeanos de la enfermedad, a las personas de su forma de piedra y al pueblo de la sequía.

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Hoy te cuento sobre este té blanco lleno de antioxidantes gracias a su corto proceso de manufactura.

Bai Hao Yin Zhen 白毫 銀針 significa aguja plateada de pelo blanco, lo que hace referencia a la vellocidad o “pelusa” llamada tricomas que dota al brote de un aspecto blanco-plateado brillante que origina su nombre en inglés, Silver Needles. La cosecha se realiza completamente a mano durante la primavera temprana con la finalidad de obtener los brotes más “gorditos y bonitos” posibles, lo cual indica que en su interior se esconden hojas nuevas como lo platicamos en una de las columnas anteriores ¿Qué es el té blanco y para qué sirve? La versión de mayor grado de Silver Needles se produce en Fujian, China, durante la primavera temprana.

Posterior a la recolección se realiza el marchitamiento colocando los brotes sobre una estera de bambú con la finalidad de que pierdan lentamente el porcentaje de agua y, además, generen los aromas y sabores deseados. El marchitamiento se puede realizar en exterior o interior (dentro de un tipo nave industrial) en caso de que la temperatura ambiente sea muy elevada, incluso muchos Tea Masters hacen una combinación de ambos para potenciar los aromas, considerando primordial el flujo constante de aire. La temperatura aproximada para realizar el marchitamiento es de 30 a 32ªC, mientras que el tiempo oscila de 30 a 60 horas, con el fin de lograr un bajo porcentaje de humedad. Los brotes no se manipulan para evitar que se quiebren y finalmente, tras el marchitamiento, se secan al sol o se hornean ligeramente. 

Foto. Ollin Mendoza

El resultado de este corto proceso es un licor dorado pálido, transparente y con algunas vellocidades suspendidas, fresco, con notas herbales y recuerdos a flores blancas como jazmines, rosas y gardenias además de frutas como durazno y manzana verde; de cuerpo ligero, redondo y persistente. Algunas veces podremos encontrar recuerdos almendrados y de crema batida. Te comparto mis recomendaciones para prepararlo:

Preparación tradicional en gaiwan de porcelana o cristal:

  • Cantidad de té: 5 gramos
  • Cantidad de agua: 120 ml
  • Temperatura del agua: 90º C
  • Tiempo de infusión: 45 segundos y aumentar 10 segundos a cada infusión subsecuente

Preparación occidental en tetera de porcelana o cristal:

  • Cantidad de té: 3 gramos
  • Cantidad de agua: 250 ml
  • Temperatura del agua: 90º C
  • Tiempo de infusión: 3 minutos y aumentar 1 minuto a cada infusión subsecuente

Foto. Ollin Mendoza

También se cuenta que Bai Hai Yin Zhen se elaboraba para el deleite de los emperadores y que, únicamente, las doncellas vírgenes podían realizar la cosecha con ayuda de tijeras de oro y guantes de seda para evitar tener contacto con el té, así como que su dieta debía ser libre de especias, cebollas, ajos y alimentos que pudieran provocar aromas contaminantes.

Sabemos que el té está lleno de leyendas e historias que nos llevan a viajar a mundos fascinantes… sean ciertas o no. Te invito a disfrutar de un cuenco de Imperial Silver Needle de Quinto.mx sorbo a sorbo y llenarte de su mágica energía.

Abrazos en taza, Denisse Díaz

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