La discusión siempre se centra en si es buena, ya que la primera imagen que se te viene a la cabeza es comida chatarra y poco saludable. Ahora piensa en los casi ocho miles de millones que habitan el planeta Tierra y los recursos sobreexplotados, además de la hambruna de muchos países.
Ante un panorama así, los alimentos procesados tienen más ventajas para la supervivencia diaria. La verdad es que para que puedas comer productos vegetales y animales tienen que pasar por algún tipo de procesamiento.
Las ventajas que poseen son tan prácticas que por ello son consumidos:
- Conservar los alimentos y aumentar su vida útil, reduciendo el desperdicio de alimentos.
- Reduce la propagación de enfermedades transmitidas por los alimentos.
- Las personas con alergias e intolerancias alimentarias ahora pueden comer una dieta equilibrada.
- No necesitas pasar el día preparando comida, esto ha sido la característica que más destaca a los ultraprocesados.
- El sabor, ha logrado emular al de la comida fresca.
El problema de los ultraprocesados
Generalmente son bocadillos y alimentos preparados para que no te resistastas, altos en azúcar y grasa. La mina de oro para las corporaciones que han encontrado la mina de oro y aqueja a la salud pública. Ni los sellos que vienen en sus empaquetados te detienen para comprarlos pero si para obtenerlos bajo tu propio riesgo. La respuesta es NO, no los necesitas.
Si los consumes con regularidad es mejor que conozcas sus efectos negativos:
Nutrición deficiente: Suelen ser bajos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes. Una dieta basada en estos alimentos puede llevar a deficiencias nutricionales y desequilibrios, lo que puede afectar negativamente la salud a largo plazo.
Obesidad: Tienden a ser altos en calorías y bajos en nutrientes, lo que puede contribuir al aumento de peso y la obesidad. Estos alimentos suelen ser altamente palatables y adictivos, lo que puede llevar a un consumo excesivo y a un desequilibrio energético.
Enfermedades crónicas: Su consumo se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y ciertos tipos de cáncer. Esto se debe en parte a su contenido de grasas saturadas, azúcares añadidos, sal y aditivos artificiales.
Problemas digestivos: Carecen de fibra dietética, que es importante para una digestión saludable. La falta de fibra en la dieta puede contribuir al estreñimiento, síndrome del intestino irritable y otros trastornos digestivos.
Impacto en el estado de ánimo y la salud mental: Algunos estudios han sugerido una relación entre una dieta alta en alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. Además, el consumo regular de estos alimentos puede afectar negativamente el estado de ánimo y los niveles de energía debido a las fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre.
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Sustitutos de la carne
Aquí es cuando los procesados tienen un reto, los sustitutos de la carne intentan emular la experiencia de la carne e incluyen proteínas vegetales como las salchichas a base de soja; hamburguesas Impossible and Beyond Meat; proteínas hechas de fermentación, como Quorn, y carne cultivada en laboratorio.
Los carnívoros apasionados y los veganos no siempre están de acuerdo, pero a menudo están de acuerdo en que lo natural es lo mejor. Los veganos rechazan los sustitutos de la carne porque prefieren que la gente vaya directamente a los alimentos vegetales naturales como los guisantes, los frijoles y las lentejas. Los carnívoros rechazan estos productos por su artificialidad, llamándolos “Frankenfood”.
Para lograr los objetivos climáticos a nivel mundial, preservar los bosques y proteger la biodiversidad, es fundamental reducir significativamente el consumo de carne. Tanto los productos vegetales como los sustitutos de la carne presentan una huella de carbono mucho más baja, requieren menos espacio de tierra y generan menos contaminación del agua en comparación con la carne. El impacto ambiental asociado a estos alimentos puede ser de 10 a 100 veces menor que el de la carne de res o cordero.
Los sustitutos de la carne y otras proteínas animales pueden desempeñar un papel importante en la mitigación del cambio climático, la reducción de la explotación animal y la crisis alimentaria. Aquí hay algunas formas en las que pueden ayudar:
Reducción del efecto invernadero: La producción de carne convencional, especialmente la de res, está asociada con altas emisiones de gases de efecto invernadero, como el metano. Los sustitutos basados en plantas, como las hamburguesas vegetales, tienen una huella de carbono mucho menor en comparación con la res. Al consumirlos, se pueden reducir las emisiones de gases y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Uso eficiente de recursos: La producción de carne requiere grandes cantidades de tierra, agua y alimentos para el ganado. Los sustitutos basados en plantas pueden ayudar a utilizar los recursos de manera más eficiente, ya que requieren menos tierra, agua y energía en comparación con la producción de carne animal. Además, el cultivo de proteínas vegetales puede ser más sostenible y tener un menor impacto en los ecosistemas.
Bienestar animal: La producción intensiva de carne ha planteado preocupaciones éticas sobre el trato a los animales en la industria ganadera. Los sustitutos ofrecen una alternativa libre de crueldad y permiten a las personas disfrutar de opciones proteicas sin contribuir a la explotación. Estos productos están diseñados para imitar el sabor y la textura de la carne, brindando una opción atractiva para aquellos que desean reducir o eliminar su consumo de proteínas animales.
Alivio de la crisis alimentaria: La producción de carne animal requiere grandes cantidades de alimentos para el ganado, lo que puede contribuir a la escasez de alimentos a nivel mundial. Los sustitutos basados en plantas pueden ayudar a aliviar la crisis alimentaria al utilizar cultivos vegetales directamente para la producción de alimentos humanos en lugar de destinarlos a la alimentación animal. Esto podría permitir una distribución más eficiente de los recursos alimentarios y ayudar a alimentar a una población mundial en crecimiento.
Para concluir, debes tener en cuenta que, si bien los sustitutos de la carne pueden ser una opción más sostenible y ética, también es esencial promover una dieta equilibrada y diversa. Incluye a tu dieta una variedad de fuentes de proteínas, como legumbres, nueces, semillas y otros alimentos vegetales ricos en nutrientes.
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