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Hot cakes de calabaza esponjosos, listos para el antojo otoñal

Con el toque perfecto de canela y vainilla, su sabor y textura especiales los convierten en el desayuno ideal para esta temporada

¿Quién dijo que el otoño era solo para el Pumpkin Spice Latte? Este es el momento perfecto para que la calabaza se robe más protagonismo, y no, no solo en tu café. Hablemos de un desayuno que está a punto de volverse tu nuevo favorito, los hot cakes de calabaza esponjosos. No te conformes con las recetas de siempre cuando puedes llevar tus mañanas al siguiente nivel con estos hot cakes que tienen todo lo que necesitas para empezar el día con el pie derecho; calabaza, canela, y esa textura esponjosa que nos hace decir “otro más, por favor”.

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El secreto de su textura ligera y esponjosa, yace en la mezcla de suero de leche y puré de calabaza. El suero de leche, conocido por su acidez, actúa como un agente que reacciona con el bicarbonato de sodio, creando burbujas que le dan a los hot cakes esa esponjosidad tan característica. La calabaza, por otro lado, no solo aporta su sabor dulce y suave, sino que también añade humedad, lo que resulta en una masa espesa pero perfecta para lograr hot cakes que no son ni demasiado densos ni demasiado ligeros.

Estos hot cakes llevan un combo de especias clásicas de otoño, como la canela, el jengibre y una pizca de nuez moscada, que le dan un toque aromático irresistible. Este equilibrio de sabores y texturas es lo que los hace irresistibles.

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Foto. Canva.

Ingredientes

Para 12 a 14 hot cakes (de 3½ pulgadas):

-1½ tazas (192 gramos) de harina común

-2 cucharadas de azúcar

-1½ cucharaditas de polvo para hornear

-¾ cucharadita de bicarbonato de sodio

-¾ cucharadita de sal kosher

-1½ cucharaditas de canela molida

-1 cucharadita de jengibre molido

-⅛ cucharadita de nuez moscada recién rallada

-1½ tazas de suero de leche

-¾ taza de puré de calabaza

-2 huevos

-3 cucharadas de mantequilla derretida, más para engrasar la sartén

-1 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación

-En un tazón grande, bate la harina, el azúcar, el polvo para hornear, el bicarbonato de sodio, la sal y las especias (canela, jengibre, nuez moscada) hasta que estén bien combinados.

-En un tazón mediano, bate el suero de leche, el puré de calabaza, los huevos, la mantequilla derretida y el extracto de vainilla hasta que estén bien integrados.

-Añade los ingredientes húmedos a los secos y mezcla suavemente con una espátula de goma hasta que se integren. No te preocupes si quedan algunos grumos pequeños; eso ayudará a que los hot cakes queden esponjosos.

-Calienta una plancha o sartén antiadherente ligeramente engrasada a fuego medio-bajo. Vierte la masa en la sartén de a ¼ de taza por cada hot cake, dejando suficiente espacio entre ellos para que se expandan.

-Cocina durante 1-2 minutos, hasta que la masa burbujee en los bordes y se dore en la parte inferior. Luego, da vuelta con cuidado y cocina otro minuto o dos, hasta que estén completamente cocidos y de un color marrón dorado.

-Sirve los hot cakes a medida que los prepares o mantenlos calientes mientras cocinas el resto colocándolos en una bandeja para hornear dentro de un horno a 250 grados.

-¡No olvides los toppings! Un buen chorrito de miel de maple, un toque de crema batida o unas nueces tostadas harán que este desayuno sea aún más especial.