Por Victoria Avalos
La gastronomía mexicana es sin duda una de las mejores y más posicionada a nivel mundial, esto gracias a su riqueza propia desde los tiempos prehispánicos, así como a la mezcla cultural que resultó de la conquista durante el México colonial.
Algunos deliciosos platillos fueron originados en los conventos por las monjas que los habitaban. Aquí te mencionaremos un par de ellos, te sorprenderán.
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Durante el siglo XVII y XIX las mujeres del convento comenzaron a crear diversas combinaciones culinarias que dieron lugares a platillos, y bebidas que se mantienen entre el gusto de los comensales, aunque el origen de estos haya sido dar gracia a Dios.
Las monjas, particularmente en los conventos, experimentaron con ingredientes locales y europeos. Esto llevó a la creación de platos que hoy son emblemáticos de la cocina mexicana, como el mole poblano, que combina chiles, especias, chocolate y otros ingredientes.
Los conventos fueron centros importantes de producción de dulces y postres en México. Ahí, las monjas no solo cocinaban, sino que también enseñaban a otras mujeres. Al estar enclaustradas, podían dedicarse a la cocina con una atención especial, conservando métodos y recetas.
Los platillos que crearon las monjas
Chiles en Nogada
Aunque este platillo es sumamente popular durante las fiestas patrias, y no es tan común el resto del año, fue creado por las monjas en Santa Mónica de Puebla.
Se cree que las religiosas buscaban celebrar la independencia de México y que por ello buscaron hacer referencia a los colores del ejército trigarante.
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Mole poblano
Como su nombre lo indica, el mole poblano surgió en Puebla con las monjas dominicas que durante el virreinato buscaban crear un mole con inspiración divina, quizá por ello comerlo es un deleite.
Buñuelos
Los buñuelos datan de la gastronomía romana, pues se sabe que comían algo similar que constaba de masa frita en aceite, sin embargo, en el México colonial la receta se adaptó y se agregó vainilla y anís para aromatizar.
Cabe hacer mención que la receta más antigua en México de buñuelos de queso se encuentra en el recetario de Sor Juana Inés de la Cruz.
Rompope
El rompope tiene su origen en un convento de Puebla, en donde las monjas clarisas se destacaron por ser excelentes anfitrionas, pues a las personas que llegaban a la ciudad les ofrecían alojamiento, bebida y comida.
Incluso es considerado como uno de los mejores licores en el mundo por el portal Taste Atlas.
Manchamanteles
Este platillo es un guiso con una variedad de carnes, vegetales y frutas, conocido por ser “una fiesta de sabores” y que fue creada por las monjas para tratar la sordera y la edad avanzada.
Los elementos que lleva sí o sí son chile chilhuacle rojo (chile viejo, plátano, pera, manzanas, piña madura y jitomate.
Además de los platillos ya mencionados, también se les atribuye a las monjas la creación de fruta cristalizada, tortitas de Santa Clara, los suspiros y el camote cocido, así como el delicioso dulce de leche.