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Foto: Cortesía SWA

Whisky, el agua de vida que sorteó las prohibiciones

Conoce la historia de esta bebida ha tenido desde persecuciones hasta impuestos

El whisky, además de ser una bebida alcohólica apreciada por muchos, es un símbolo cultural, histórico y económico que despierta pasiones, conecta a las personas en todo el mundo.

Aunque su origen viene de Escocia, ha sido parte de la cultura de muchas otras regiones como Irlanda, Estados Unidos y Japón, ya que ha sido fuente de inspiración de rituales, tradiciones y celebraciones; ha merecido ser una bebida asociada con la socialización y la camaradería.

Foto: Cortesía Rabbies distillery

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Incluso en la actualidad, su industria es una fuente importante de empleo e ingresos, donde sus destilerías, las empresas de embotellado, los distribuidores y los minoristas, contribuyen significativamente a la economía.

Cuál es el origen del whisky

La SWA (Asociación de Whisky Escocés por sus siglas en inglés) cuenta que el whisky tiene su origen en Escocia desde hace 100 años. 

Hay algunas pruebas que demuestran que el arte de la destilación podría haber sido traído al país por monjes misioneros cristianos y además se consideró como aguardiente o aquavitae (en latín agua de vida), pero nunca se ha demostrado que los agricultores de las Tierras Altas no descubrieran ellos mismos cómo destilar aguardientes de su excedente de cebada.

El primer registro fue en siglo XV en 1494, cuando aparecen los Exchequer Rolls conocidos como “Ocho cápsulas de malta para Fray John Cor con las que preparar aqua vitae”.

Foto: Cortesía Rabbies distillery

Fray John tuvo suerte, ya que en su primera producción se logró suficiente cebada malteada para producir casi mil 500 botellas de un potente licor que sería refinado y mejorado en los años venideros.

Cuando el rey Jaime IV estuvo en Inverness en septiembre de 1506, sus cuentas de tesorero tenían entradas para los días 15 y 17 del mes respectivamente: ‘Para aqua vitae para el rey. . .’ y ‘Por un flaca de aqua vitae al Rey‘…”.

Ilícitos y huida del recaudador de impuestos

En siglos venideros esta bebida tuvo una creciente popularidad, tal que atrajo la atención del Parlamento escocés, el cual buscaba sacar provecho de la incipiente industria. 

Los primeros impuestos sobre el whisky escocés se introdujeron en 1644, lo que provocó un aumento de la destilación ilícita en todo ese país.

Incluso, la primera referencia a una destilería en las leyes del Parlamento escocés parece ser de 1690, cuando se menciona la famosa destilería Ferintosh, propiedad de Duncan Forbes de Culloden.

Antigua casa en la isla Ferintosh | Foto: Cortesía

Esto hizo que el contrabando se convirtiera en una práctica habitual durante los siguientes 150 años, ya que los recaudadores de impuestos especiales, conocidos como medidores, comenzaron un juego del gato y el ratón contra los destiladores ilícitos en el que estos últimos, siendo muy astutos, idearon formas cada vez más sofisticadas de proteger el licor de los impuestos. 

Pero no fueron los únicos que tenían que esconder sus producciones, incluso los miembros del clero, normalmente honestos, lo escondían bajo el púlpito, ¡E incluso era transportado en ataúdes para evitar al recaudador!

En la década de 1820, cada año se confiscaban hasta 14 mil alambiques ilícitos y más de la mitad del whisky consumido en Escocia se disfrutaba sin que el recaudador de impuestos se hiciera cargo de su parte.

Robert Burns | Foto: Cortesía

Uno de los recaudadores más conocidos del siglo XVIII fue Robert Burns, quien fue conocido como El bardo de Escocia, quien a la postre cambiaría de giro y se dedicaría a escribir algunas de las poesías más queridas de Escocia. En 1785, Burns escribió Scotch Drink, una oda al whisky y la naturaleza de la felicidad, de comunidad, cooperación, calidez y una bienvenida amistosa, y sus puntos se dirigieron al verdadero espíritu del whisky escocés.

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Hacia una industria moderna

El continuo incumplimiento de la ley llevó finalmente a que el duque de Gordon, en cuyas extensas tierras se producía uno de los mejores whiskies ilícitos de Escocia, propusiera en la Cámara de los Lores que el Gobierno debería hacer rentable la producción ilegal de whisky.

Luego, en 1823 se aprobó la Ley de Impuestos Especiales, en la que se sancionaba a la destilación a cambio de una tasa de licencia de 10 libras esterlinas y un pago fijo por galón de alcohol de prueba.

Esta sanción era prácticamente una legalización, por lo que el contrabando desapareció casi por completo durante la siguiente década y, de hecho, muchas de las destilerías actuales se encuentran en sitios utilizados por los contrabandistas hace más de dos siglos.

El auge del grano

Foto: Cortesía Rabbies distillery

Hasta ahora, la bebida espirituosa, ilícita o no, había sido el whisky de malta. Pero, en 1831, Eneas Coffey inventó el alambique patentado que permitía realizar un proceso continuo de destilación.

Esto dio lugar a la producción de Grain Whisky, un espirituoso diferente y menos intenso que el Malt Whisky. El whisky de grano de sabor más ligero, cuando se mezclaba con las maltas más potentes y ardientes, extendió el atractivo del whisky escocés a un mercado considerablemente más amplio.

Salida al mundo

Durante el siglo XIX , titanes del mundo del whisky como James Buchanan, Tommy Dewar, Johnnie Walker y James Chivas lo sacaron de Escocia por primera vez.

Foto: Cortesía Rabbies distillery

Utilizando su espíritu emprendedor, llevaron este elixir al imperio británico y mucho más allá, creando un amor duradero por el escocés desde Hong Kong a Hanoi, de Sydney a San Francisco, de Montreal a Mumbai, de Bogotá a Berlín, de Ciudad del Cabo a las islas de Cabo Verde. Los mercados de exportación que construyeron son la piedra angular del éxito actual del whisky.

Un golpe de suerte también ayudó a la expansión global. En la década de 1880, el escarabajo filoxera devastó los viñedos franceses y, en pocos años, el vino y el brandy prácticamente habían desaparecido de las bodegas de todo el mundo.

Una vez más, los astutos escoceses se apresuraron a aprovechar la situación. Cuando la industria francesa se recuperó, su destilado había reemplazado al brandy como el licor preferido.

Fue en este periodo donde la SWA se creó en un contexto de aumento de impuestos, expansión global y la necesidad de una voz unida en la industria. Los propietarios de las marcas celebraron una serie de conferencias para discutir cómo proteger el sector, lo que dio lugar a una importante reunión en Londres el 3 de octubre de 1912. Ese día, se acordó crear la Wine & Sprit Brand Association, que se convertiría en la Scotch Whisky Association, en 1942.

Prohibición Americana

En 1920 se introdujo la prohibición en Estados Unidos. El whisky estaba exento, siempre que fuera recetado por un médico con fines medicinales. Algunas caras famosas utilizaron esto a su favor, una de ellas Churchill, ya que la Segunda Guerra Mundial reformó la industria a medida que los destiladores buscaban cada vez más oportunidades internacionales.

En ese momento, un ministro dijo: “…el país necesita alimentos, dólares significan alimentos y whisky significa dólares”.

Denominación de origen

Cinco siglos después de que todo comenzara, en 1994 la industria celebró el 500.º aniversario de la producción de whisky en Escocia… ¡y lo hizo con estilo! Por primera vez, las exportaciones mundiales superaron los 2 mil millones de libras esterlinas.

Fue así como la primera definición o denominación de whisky escocés en la legislación del Reino Unido se obtuvo en 1933, con una Ley específica en 1988 y nuevas regulaciones sobre whisky escocés en 2009. En ellas se acordaron objetivos de exportación anuales con el gobierno y continuó el camino del whisky escocés para convertirse en el whisky más importante del mundo.

Foto: Cortesía Rabbies distillery

El whisky escocés para definirse como tal debe, por ley, destilarse y madurar en Escocia, en barricas de roble, durante al menos tres años y embotellarse con un grado alcohólico mínimo de 40% vol. La sólida protección legal es vital para salvaguardar una bebida espirituosa reconocida mundialmente por su calidad, ha crecido con el tiempo.

Hoy en día, esta bebida se disfruta en casi todos los países del mundo. En 2022, las exportaciones de whisky escocés superaron los 6 mil millones de libras esterlinas por primera vez; cada segundo se enviaron 53 botellas de whisky escocés desde Escocia a mercados de todo el mundo, lo que ayudó a respaldar decenas de miles de puestos de trabajo en Escocia y garantizó que cientos de millones de consumidores puedan disfrutar de un trago.

Datos: 

El término “whisky” deriva originalmente del gaélico “uisge beatha” o “usquebaugh“, que significa “agua de vida“. El gaélico es esa rama del celta que se habla en las Tierras Altas de Escocia.

Desde 1973, el precio de una botella de whisky, incluido el impuesto especial, está sujeto al impuesto sobre el valor añadido.

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