Por Mónica Vargas
El melón es un alimento aromático y delicioso. El 92% de su composición es agua y su aporte energético es de apenas 6%, convirtiéndolo en una fruta refrescante y ligera. Entre su aporte nutricional destaca el contenido de potasio y magnesio, así como las vitaminas A, B, C y E, ácido fólico y fibra.
En 2020, México ocupó el décimo sitio a nivel internacional en producción de melón con más de 612 toneladas durante su temporada, ¿te animarías a iniciar tu propio cultivo?
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el melón crece a lo largo del suelo en climas cálidos, y no excesivamente húmedos. No se desarrolla bien en regiones muy lluviosas con poco sol.
Una vez que la planta melonera crece, puede alcanzar los tres metros y medio de longitud, por lo que se deben considerar un espacio amplio que le permita expandirse, además de los siguientes requisitos:
Lo primero que necesita un campo de melones para ser abundante es un clima cuya temperatura ambiental esté entre los 28 y 35 grados centígrados, y sin lluvias constantes.
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Si lo siembras en invernadero, con los cuidados adecuados, puedes cosechar este fruto incluso en meses de heladas como diciembre o enero.
Por el contrario, si eliges cultivar melón directamente en tus campos, debes tener en cuenta que necesita un suelo franco o arenoso con un pH de 6.0 a 7.5. Recuerda que se puede adaptar a tierras con otros tipos de composiciones, mientras tengan un buen drenado.
Los melones se siembran de marzo a mayo, y dependiendo de la variedad que se haya elegido, germinan en el plazo de 3 a 5 días.
Cómo sembrar melón en un huerto casero
- Selección de variedades: Elige la que mejor se adapte al clima donde vives y preferencias de sabor. Algunas variedades populares incluyen Cantalupo, Honeydew y Watermelon (sandía).
- Clima y ubicación: Los melones requieren mucho sol para crecer y prosperar. Busca un lugar en tu jardín que reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. También es importante proporcionarles un refugio contra vientos fuertes.
- Preparación del suelo: Este fruto prefiere suelos ricos en materia orgánica, bien drenados y ligeramente ácidos. Antes de plantar, mejora el suelo añadiendo compost y abono orgánico.
- Siembra de semillas: Puedes comenzar cultivando a partir de semillas en interiores unas 6-8 semanas antes de la última fecha de heladas en tu área. Planta en macetas pequeñas y mantenlas en un lugar cálido y bien iluminado hasta que las plántulas estén listas para trasplantar.
- Transplante: Una vez que las temperaturas sean adecuadas y las plántulas tengan al menos 2-3 hojas verdaderas, transplántalas al jardín. Deja suficiente espacio entre ellas, los melones tienden a extenderse. Puedes considerar el uso de enrejados o soportes para mantener los frutos alejados del suelo.
- Riego: Necesitan que sea constante, especialmente durante los períodos de sequía. Asegúrate de mantener el suelo húmedo, pero evita el encharcamiento, ya que esto puede causar problemas como la pudrición de las raíces.
- Fertilización: Durante la temporada de crecimiento, utiliza fertilizante balanceado o uno específico para frutas y verduras.
- Libre de malezas: Poda lo que pueda competir con los melones por nutrientes y agua. Además, inspecciona regularmente las plantas en busca de plagas y toma medidas preventivas o correctivas si es necesario.
- Polinización: Algunas variedades requieren polinización cruzada para producir frutos. Si tienes diferentes tipos de melón, asegúrate de que haya abejas y otros polinizadores en el área para ayudar con el proceso. De lo contrario, puedes polinizar manualmente las flores usando un pincel.
- Cosecha: Estarán listos cuando emiten un aroma dulce, tienen una cáscara firme y presentan coloración adecuada según la variedad. Algunas variedades también pueden desprenderse fácilmente del tallo cuando están maduras.
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