Si como yo, amas el té helado y la experimentación, esta columna te encantará. El té helado no es sólo una forma de refrescarnos durante las temporadas más calurosas del año, sino una oportunidad de probar con diferentes métodos de extracción y a su vez, descubrir que tu té favorito puede tener notas, cuerpo y sensaciones que quizás nunca habías percibido. Te cuento sobre 3 formas de hacerlo:
Infusión + hielo
Definitivamente, es el método más rápido de preparación y cómoda, ya que podemos usar el té o tisana de nuestra elección, prepararlo en gran volumen para eventos, reuniones y fiestas e incluso usar una jarra para infundir y filtrar en otra con ayuda de un colador de cocina. Para conocer más sobre esta técnica mayormente usada en occidente y su historia, visita https://aderezo.mx/sobremesa/hola-primavera-hola-te-helado/
¿Cómo hacerlo? Para 1 vaso de 250 ml
Ingredientes:
- 5 g de té o tisana
- 150 ml de agua caliente (la temperatura dependerá del té o tisana elegidos, por lo general lo encuentras en las instrucciones de los empaques)
- Endulzante al gusto
- Vaso de 250 ml lleno de hielo
Instrucciones:
- Infunde el té o tisana según las recomendaciones del empaque. Filtra, endulza y reserva
- Sirve en el vaso con hielo. Mezcla hasta enfriar
Cold brew o maceración
Muchos hemos escuchado sobre el famoso cold brew coffee o café preparación en frío y claro que también existe en el mundo del té. Consiste en una extracción a partir de agua a temperatura ambiente o refrigeración por largos periodos de tiempo. Se cree que el origen de este método realmente fue dentro del contexto histórico de la Camellia Sinensis (té) y data del siglo XVII con los japoneses que de forma empírica preparaban té con agua fría para evitar amargarlo. El resultado es una con alta concentración de cafeína y bajo amargor y acidez. Es un método sumamente fácil que también se recomienda para gran volumen.
Si bien puedes macerar cualquier té o tisana, te comparto las siguientes consideraciones
- Menor nivel de oxidación del té, menor tiempo de maceración (blanco, verde, oolong jade y sheng pu’er o pu’er crudo, hasta 6 horas)
- Mayor nivel de oxidación del té, mayor tiempo de maceración (oolong ámbar y té negros de primera cosecha hasta 12 horas, mientras que el té negro totalmente oxidado y té oscuro como shou pu’er hasta 48 horas)
- La naturaleza de la tisana determinará el tiempo de maceración, pero en general con 12 horas obtendremos una buena extracción
¿Cómo hacerlo? Para 1 vaso de 250 ml
Ingredientes:
- 3 g de té o tisana
- 250 ml de agua a temperatura ambiente
- Botella o frasco de vidrio o cristal de boca ancha
Instrucciones:
- Dentro de la botella coloca el té o tisana y el agua.
- Tapa y refrigera por el tiempo correspondiente según el té o tisana que hayas elegido
- Transcurrido el tiempo de maceración, filtra para retirar todo el té o tisana. Reserva
- Puedes servirlo con o sin hielo
Kōridashi
Continuando con los japoneses, te cuento sobre el kōridashi o shinobichay que consiste en una extracción lenta con hielo ¡sí con hielo! Es un método en donde la sencillez es esencial, por lo que no necesitas de ningún accesorio en especial para hacerlo, puedes usar una tetera de boca ancha, frasco o vaso de cristal o vidrio, o un tazón de porcelana ¡claro, entre más estético mejor!
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La extracción se realiza a temperatura ambiente y consiste en esperar a que el hielo se derrita completamente y con ello el agua vaya impregnándose de los sabores y aromas del té seleccionado… sí es un proceso lento y para muchos, meditativo. Por lo general se usa té verde japonés para este método (mi recomendación: sencha, gyokuro o kabusecha de alto grado) que resulta muy dulce, con mucho cuerpo, notablemente umami y con bajo amargor y astringencia.
¿Cómo hacerlo?
Ingredientes:
- 6 g de té
- 250 gramos de hielo
- Contenedor de tu preferencia
Instrucciones:
- Dentro del contenedor coloca el té con el hielo (preferentemente intercalado)
- Espera pacientemente a que el hielo se derrita (siempre a temperatura ambiente pero no al sol)
- Filtra y sirve
Definitivamente este último método requiere de más tiempo y de mucha paciencia, pero te prometo que la recompensa vale cada minuto de espera ¡recuerda que la paciencia es una virtud!
Abrazos en taza, Denisse Díaz
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