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Esta es la tóxica verdad de las bolsitas de té

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Mi camino de té, igual que el de muchos amantes de la Camellia Sinensis (la planta del té), empezó con tisanas de flores de manzanilla, zacate limón del mercado local y cortezas de canela.

Con el tiempo elegí algunos tés negros y verdes en bolsita de los anaqueles del supermercado y poco a poco la alacena de mi casa se llenó de tés y más tés… hasta que un buen día, descubrí que existían en hoja suelta y mi vida cambió. Inicié un viaje sensorial maravilloso, donde el English Breakfast sabía diferente y Earl Grey no era un polvo misterioso dentro de un una bolsita de papel con una etiqueta que pendía de un hilo y muchas veces, una grapa metálica ¡sí,  la misma grapa que va a la taza de té! 

Foto. Denisse Díaz

Actualmente, más del 80% del té que consumimos en occidente es en bolsita, sachet, pirámide o saquitos por la inmediatez y su facilidad de infusión, pero, no por ello, sus propiedades organolépticas y beneficios serán igual al té de hoja suelta o en hebras, me gusta decir que es como tomar café de especialidad u optar por café soluble que “sabe, huele y parece a café” pero que nunca tendrá la complejidad y energía. Entonces empecé a investigar sobre el té de hoja suelta y me di cuenta de la tóxica verdad sobre los sachets, bolsitas, pirámides o saquitos de té:

  • La calidad del té que contiene es muy inferior al de hoja suelta. La mayoría de éste es CTC, un té que se tritura en partículas pequeñas para lograr mayor superficie de contacto con el agua y la infusión ser más rápida.
  • Infundir partículas tan procesadas tiene como resultado un licor plano, que carece de complejidad aromática, sabor y cuerpo.
  • El té de hoja suelta se desdobla elegantemente en el agua caliente, contrario a lo que pasa dentro del aprisionameinto de un saquito, sachet, pirámide o bolsita de té.
Foto. Creative Commons
  • Los materiales con los que están hechos los saquitos, bolsitas o sachets además de que sí imprimen sabor durante la infusión, pero contienen sustancias tóxicas. El papel puede contener epiclorhidrina que al entrar en contacto con el agua se hidroliza generando 3-MCPD una sustancia potencialmente carcinógena.
    Los elegantes sachets de “seda” en forma cuadrada o de pirámide pueden estar hechas de nylon, rayón, termoplástico, polipropileno o tereftalato de polietileno (PET) que aunque está diseñado para soportar la temperatura de ebullición del agua, comienza a descomponerse a los 76ºC (temperatura de la transición vítrea) y también existen las versiones elaboradas con ácido poliláctico (PLA) que se deriva del almidón de maíz que sigue siendo un tipo de plástico (con temperatura de transición vítrea de 65ºC) que a pesar de ser biodegradable se convierte en basura después de la infusión, lo que podríamos evitar con un infusor.
  • Un estudio de la Universidad McGrill de Montreal  señala que cuando sumergimos una bolsa de té en agua caliente para realizar la infusión, esta puede liberar hasta 11 mil 600 millones de partículas de microplásticos y 3.100 de nanoplásticos
  • La producción masiva del té contenido en las bolsitas, sachets, pirámides o saquitos tienen menor contenido de nutrimentos que el té de hoja suelta y provocan mayor erosión del suelo, resultando en menor vida útil de los jardines de té.

Actualmente existen bolsitas, sachets o saquitos más grandes donde incluso se usa té de hoja entera y opciones elaboradas a partir de fibras de plátano, maíz, bambú e incluso setas; sin embargo, a mi parecer sigue siendo un producto que no cumple con las propiedades organolépticas de un licor obtenido a partir de hoja suelta, infundida en libertad dentro de un contenedor que le permita desdoblarse (infusor, tetera, gaiwan, etc). Y sin importar lo bien logrado que esté el diseño de la bolsita, nunca dará el resultado de té de hoja suelta ¡además de los millones de bolsitas que terminan en la basura!

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La vida es muy corta para tomar té en bolsita, te invito a adentrarte al té de hoja suelta, maravillarte sorbo a sorbo y enamorarte de los colores, formas, texturas y aromas que la infusión de hoja suelta nos brinda. Además, descubrirás mágia en cada momento que te dediques a disfrutar el té con todos los sentidos, acompañado de hermosos accesorios como teteras, gaiwan, coladores, cuencos, tea pets, infusores, cucharitas y charolas, entre una infinidad de opciones que existen y que estoy segura te enamorarán y convertirán en un coleccionista. 

  Abrazos en taza

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