Un estudio realizado en 1997 en la Facultad de Medicina de Yale descubrió que la sensación de beber, calma más la sed que la rehidratación a través de una sonda nasogástrica. Esta acción, especialmente cuando la bebida está a una temperatura más fría que la de la boca y la garganta, estimula los nervios sensibles a la temperatura y al tacto, lo que intensifica la sensación de hidratación.
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Además, mantener tu cerveza bien fría no solo mejora la experiencia sensorial, sino que también puede ofrecer beneficios para la salud. Considerada por muchos como un alimento más que una bebida, contiene nutrientes esenciales como vitaminas B, fósforo, folato y niacina. Según Charlie Bamforth, profesor de ciencias cerveceras en la Universidad de California, Davis, la cerveza incluso supera al vino en ciertos aspectos nutricionales.
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También es una fuente significativa de proteínas, fibra y silicio, este último importante para la prevención de la osteoporosis. Además, estudios preliminares sugieren que la cerveza puede contener prebióticos que alimentan las bacterias beneficiosas en el intestino.
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En términos de salud cardiovascular, beber cerveza con moderación ha mostrado beneficios. Un estudio presentado en las Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón de 2016 encontró que los bebedores moderados tenían una disminución más lenta en los niveles de colesterol “bueno” (HDL) y, por lo tanto, un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, entre los hombres que habían experimentado un ataque cardíaco, aquellos que bebían cerveza con moderación tenían un 42% menos de probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca, según investigaciones adicionales.
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Sin embargo, es fundamental recordar que el consumo moderado de alcohol es clave para obtener estos beneficios para la salud. Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses sugieren una bebida por día para las mujeres y hasta dos bebidas por día para los hombres, pero también aconsejan no comenzar a beber si actualmente se abstiene.
Entonces, la próxima vez que disfrutes de una cerveza, asegúrate de mantenerla bien fría para mejorar la experiencia y aprovechar al máximo sus posibles beneficios para la salud. Recuerda siempre beber con responsabilidad y moderación.