El contexto de inflación creciente y presupuestos familiares cada vez más ajustados, los mexicanos enfrentan el desafío de mantener la calidad de sus compras en el supermercado sin exceder sus ingresos. La canasta básica, que incluye tanto alimentos como productos esenciales de limpieza e higiene personal, se ha convertido en un indicador de los gastos mínimos para una vida digna. Pero ¿cómo se pueden estirar los pesos sin sacrificar calidad ni salud? Aquí exploramos estrategias para hacer rendir cada compra.
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El arte de la planificación
Hacer una lista de compras es mucho más que un recordatorio; es una herramienta clave para evitar las compras impulsivas y reducir el desperdicio. Según expertos en finanzas personales, dedicar 10 minutos a planificar lo que realmente necesitas puede significar un ahorro significativo en cada visita al supermercado. Además, te ayuda a resistir la tentación de los costosos “gustos culposos” que aparecen en los pasillos.
Tip práctico: Haz tu lista con base en las promociones semanales de tu tienda favorita. Si compras en línea, revisa qué descuentos están disponibles antes de agregar productos al carrito.
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Marcas genéricas
Aunque las marcas de renombre ofrecen confianza, las marcas genéricas suelen ser igual de buenas, pero hasta un 30% más económicas. Por ejemplo, productos como arroz, frijoles y leche suelen tener estándares de calidad similares entre marcas reconocidas y las opciones de las tiendas.
Muchas cadenas mexicanas como Bodega Aurrera y Soriana ofrecen líneas propias con precios reducidos. La próxima vez, prueba una marca genérica de productos básicos y evalúa si realmente notas la diferencia.
Compra a granel
Los mercados locales y las tiendas que venden a granel son aliados infalibles. Comprar en mayores cantidades reduce el costo por unidad y, además, es una opción más sustentable al disminuir el uso de plásticos y empaques. Esta estrategia funciona especialmente bien para alimentos no perecederos como harinas, pastas y especias.
Productos de temporada
El precio de frutas y verduras varía significativamente según la estación del año. Comprar productos de temporada no solo garantiza frescura, también precios más bajos. Por ejemplo, en México, los mangos son más baratos entre abril y julio, mientras que los cítricos destacan en invierno. ¿Dónde buscar? Los tianguis y mercados locales suelen tener precios más competitivos que los supermercados, además de una mayor variedad de productos frescos.
Cocina en casa y congela
Preparar comidas caseras es más saludable, y también reduce gastos. Cocinar por tandas y congelar porciones individuales te ayuda a evitar la tentación de la comida para llevar, que suele ser más costosa y menos nutritiva. Por ejemplo, cocina una olla grande de frijoles y congela en porciones. Úsalas como base para sopas, guisados o acompañamientos durante la semana.
Programas de fidelidad y cupones
Muchas cadenas de supermercados en México, como Chedraui o Walmart, tienen programas de lealtad que ofrecen descuentos exclusivos y promociones personalizadas. Utilizar estas herramientas de forma estratégica puede significar un ahorro de hasta el 20% en tus compras mensuales. Como recomendación, descarga las apps oficiales de tus supermercados favoritos para activar cupones digitales y consultar precios en tiempo real.
Comparar precios unitarios
No te dejes engañar por el tamaño de los empaques; el verdadero ahorro está en el precio unitario. Antes de tomar una decisión, compara cuánto pagas por litro, kilo o pieza. Este ejercicio, aunque simple, puede hacer una diferencia significativa en productos como aceites, cereales y detergentes.
Evita los alimentos preparados
Los productos precortados, enlatados o empaquetados suelen costar el doble que sus versiones enteras. Tomarte el tiempo para pelar y picar tus frutas y verduras no solo es más económico, también conserva mejor su frescura y nutrientes.