La recompensa de visitar la Basílica de Guadalupe no solo tiene que ver con el acto de fe que implica, los espacios que rodean el recinto religioso otorgan otros incentivos, entre ellos, la oportunidad de comer una decena de las famosas gorditas de la Villa.
“Somos hijas, de hijas, de hijas… la bisabuela, la abuela, la mamá. Somos cuatro generaciones, porque nacimos aquí, aquí nos criamos y aquí estamos siempre”, nos contó la señora Jovita García, una de las cocineras y vendedoras de este tipo de panes en el Mercado de la Villa.
Desde que entras al mercado puedes ver una larga y colorida fila de vendedoras, cerca de 30, rodeadas de gorditas, asadas o tradicionales; además, con papel china de distintos tonos, porque con ellos se envolvía para llevar. Ahora solo es un adorno.
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En la parte superior de los puestos hay nombres a modo de coronas, “Manuela Padilla”, dice en el que atiende Jovita; aunque su mamá le enseñó a preparar las gorditas, ese es el nombre de su tía, una de las pioneras en el arte de redondear la masa, una costumbre culinaria con sabor guadalupano.
Decía Yuri de Gortari que estas gorditas llevan este nombre porque se vendían solo en los atrios y las afueras de las iglesias, además de que se preparan en un pequeño anafre y comal de lámina. Aunque hay historias orales que mencionan que se cocinaban sobre piedras calientes.
Jovita, que prepara gorditas desde que tenía 9 años, comenta que los ingredientes han variado muy poco. Se le agregó canela, mantequilla y bicarbonato, este último sustituye el agua de tequestuite que se seguía en la receta original.
“Llevan maíz cacahuazintle, harina de trigo, azúcar, manteca, vainilla, canela y bicarbonato (…) Se muele y se bate con agua; ya lista la mezcla, se hacen los círculos y se ponen en el comal. Luego se dejan enfríar”, comentó para Aderezo.
El 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe es una de sus mejores temporadas para vender y en esos casos llegan a preparar hasta 20 o 30 kilos de gorditas, por día.
Venden hasta por ciento y aunque suenen muchas, te aseguramos que se terminarán pronto. Por cierto, si compras por lo menos 50 pesos podrían entregártelas en una bolsa que funciona como un recuerdo de tu visita a la Basílica.
Tip Aderezo
Además de las gorditas tradicionales al comal, hay una versión horneada, un poco más seca, pero las favoritas de Jovita. Nos recomendó acompañarlas con una taza de café en la mañana.
Dónde
En el Mercado de la Villa ubicado en la Plaza Mariana, en los alrededores de la Basílica de Guadalupe.
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