Comer es un placer que se disfruta, y más cuando hablamos de nuestros platillos favoritos. Estudios revelan que ingerir alimentos que nos deleitan, puede estimular la liberación de serotonina y endorfinas, hormonas que ayudan a mejorar el humor.
El término comfort food se usó por primera vez en 1966 en Estados Unidos en un artículo que relacionaba la tendencia a comer de más y producir obesidad en niños que se sentían tristes; pero en 1997 el diccionario en inglés Oxford la definió como “Comida que provee sentido de bienestar”, y se refería a los productos con contenido de azúcar o carbohidratos que crean un efecto de satisfacción, pero que hacen daño. Esto se ha ido modificando y hoy se refiere a la comida que honra a los recuerdos, nos hacen sentir como en casa y al mismo tiempo son saludables; por ejemplo, las cremas de verduras, sopas, caldo de pollo, arroz o huevos.
En palabras del chef Martín Marín de Gran Café Victoria “Es la comida que te da una sensación de calidez, de alivio, de apapacho, una especie de abrazo para el alma”. También los postres como los hot cakes son preparaciones que nos recuerdan a la infancia y nuestras abuelas. Se define como la comida de casa, tradicional, que proporciona sensaciones agradables que no sólo actúan en el paladar, sino también que es emocional y placentera. Y esto se debe a que los aromas van directamente al sistema límbico, lugar donde se procesan las emociones y la memoria; oler tu plato favorito te lleva a experimentar la seguridad y conexión de cuando eras niño.
En Gran Café Victoria lo platillos confortantes más solicitados por los comensales en vacaciones son:
Chilaquiles, pan francés, gorditas Josefina, huevos con chicharrón norteño, fish and chips y hamburguesa Victoria.
“Para mí, comfort food es algo que te calienta el alma; te cae bien al corazón más que al estómago”, Ana Dolores, Cocinera Mexicana de Esquina Común.
Receta de pastel de chocolate
Ingredientes:
- 1 1/2 barras de mantequilla a temperatura ambiente de 90 g c/u
- 1 lata de leche condensada
- 3 huevos
- 1 1/2 tazas de harina de trigo
- 1 cdita de polvo para hornear
- 1 1/2 barras de chocolate semiamargo fundido de 150 g c/u
- 3 Envases de media crema de 190 g c/u
- 3 Barras de chocolate semiamargo en trozos de 150 g c/u
Modo de preparación:
- Precalentar el horno a 180 °C.
- Para el pastel, acrema la mantequilla; agrega la leche condensada, los huevos, la harina, el polvo para hornear y las barras de chocolate fundido.
- Vierte la preparación en un molde para pastel previamente engrasado y enharinado y llena hasta tres cuartas partes; hornea a 180 °C por 30 a 40 minutos o hasta que al introducir un palillo salga limpio. Retira del horno y deja enfriar.
- Para el betún, calienta la media crema y las tres barras de chocolate picado hasta que se funda; retira del fuego y refrigera dos horas o hasta que esté firme.
- Bate el betún en una batidora y reserva-
- Desmolda el pastel y corta en tres capas. Coloca un poco de betún en la base e intercala una tapa de pastel, otra de betún; cubre con el betún sobrante y refrigera por 30 minutos.
- Sirve y decora
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