Por Viridiana Saavedra
La gastronomía mexicana es una de las preferidas de nacionales y extranjeros, pero si de tacos se trata los de Doña Mary en Zacoalco de Torres, Jalisco son una de las mejores opciones.
Y es que los conocidos como “tacos enchilados” hechos a base de carne de cerdo guisada con chile largo y frijoles peruanos también cocinados con manteca de cerdo, encantan a propios y extraños, que también quedan maravillados con las tortillas hechas a mano y en el momento.
Desde que llegas con Doña Mary queda claro que la comida será una delicia, pues al atravesar el pasillo de su casa ubicada a unas diez cuadras de la plaza principal de Zacoalco de Torres se evidencia que ahí habrá un buen sazón.
Todos los días las personas que radican en los municipios alrededor y hasta en Guadalajara que está a una hora por carretera, llegan a desayunar los taquitos enchilados con la receta que comenzó hace más de 120 años.
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María Vicente, bisnieta de Micaela, quien fue la iniciadora del negocio que trascendió por más de un siglo, explica cómo es que su guisado ha intentado copiarse y es capaz incluso de que el tren que pasa a unas cuadras se detenga por un momento, pues al maquinista y quienes van a bordo también les encantan los taquitos enchilados y se paran en Zacoalco de Torres a pedir varias ordenes para llevar.
Cada orden de tacos enchilados lleva tres tacos de carne con la receta familiar y dos de frijoles y al día en la casa de Doña Mary preparan entre 30 y 50 kilos de carne, así como una cantidad similar de masa para tortear y diez kilos de frijoles.
Es tal la tradición de los tacos enchilados, que envían órdenes casi diario hasta Guadalajara y en alguna ocasión, un gobernante de un estado al norte del país después de probarlos hizo pedidos que le enviaban en helicóptero para que le llegaran rápido.
“Vienen de Estados Unidos, de Chicago, de Washington, de toda la República. Han venido de Francia, han venido alemanes, de todo el mundo nos han visitado”, comenta la joven que ahora pertenece a la cuarta generación de la familia que comenzó con los tacos Enchilados famosos en Zacoalco de Torres.
En el negocio familiar hay todavía algunos artículos de cocina que se utilizaron hace más de un siglo, como el comal y el fogón, que se ha ido reconstruyendo porque se dañan con el uso, ya que a diario reciben a cientos de personas para disfrutar de los taquitos enchilados.
¿Y el postre?
En Zacoalco de Torres son dos las opciones de postre y ambas al igual que los taquitos, deliciosas.
Una de ellas está en los portales frente a la plaza donde también con una tradición que continúa la cuarta generación de la familia se hace la conocida como “fruta de horno”, unas galletas de las que sin dar mayores detalles Mario Castillo platicó que igualmente han cruzado la frontera.
Esto porque su hermano quién vive en San Bernardino perteneciente al estado de California en Estados Unidos llevó para paisanos y estadounidenses la tradición de la fruta de horno cuya característica es el ajonjolí que lleva encima de una capa en color blanco que le da el toque especial a la galleta.
Y el otro es el conocido como “pan pinto” a la venta alrededor del mercado municipal, donde todas las mañanas en canastos llevan los panes recién horneados para disfrute de zacoalquenses y de cualquier persona que quiera disfrutar de un pan dulce y que también forma parte de los desayunos más tradicionales del municipio.
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