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Foto. Arianna Bustos. Museo MUCHO.

Por qué el chocolate caliente sabe mejor con molinillo

La magia que convierte una simple bebida en una experiencia sensorial única

El chocolate caliente es una bebida que ha cautivado paladares en todo el mundo a lo largo de la historia, pero en México, la preparación de esta deliciosa bebida alcanza un nivel de maestría con la intervención de un utensilio único: el molinillo. Este artilugio, cuyo nombre significa movimiento o meneo, no solo es un símbolo de tradición, sino también una herramienta fundamental para lograr una espuma exquisita en el chocolate caliente.

Orígenes y evolución 

El molinillo tiene sus raíces en la época prehispánica, pero su invención se atribuye a los españoles en el año 1700, según el Diccionario de Esteban Terrero y Pando. Su elaboración artesanal se realiza a partir de una única pieza de madera, tallada en un torno, y su diseño recuerda a un sonajero de aproximadamente 30 cm de longitud. Aunque su función principal es introducir aire en preparaciones como el tejate, el chocolate y el champurrado, su uso se ha extendido por su capacidad para crear espumas exquisitas.

Foto. Arianna Bustos. Museo MUCHO.

Funcionamiento y significado

A través del tiempo, el molinillo se ha convertido en una pieza esencial en la cultura mexicana, especialmente en la preparación de bebidas chocolateras. Su funcionamiento ha sido objeto de estudio, y según investigaciones de la UNAM, el molinillo contribuye significativamente a la producción de espuma en las bebidas de chocolate espumoso. La agitación de este artefacto en la interfaz aire-líquido es clave para generar esa espuma deseada que ha fascinado a generaciones.

Variedad y unicidad 

Aunque el molinillo se fabrica artesanalmente, no hay dos molinillos iguales. Desde su antecesor, el anaxocóatl, hasta la diversidad de diseños actuales, ha experimentado cambios en tamaño, número de discos, anillos, diámetros y ranuras, así como en la longitud del mango. Cada variante parece tener un propósito específico en la preparación del chocolate caliente, y su diversidad refleja la riqueza de la tradición culinaria mexicana.

Foto. Arianna Bustos. Museo MUCHO.

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El secreto de la espuma

Si bien, el molinillo forma parte de la cotidianidad, su funcionamiento detallado y su contribución a la producción de espuma no eran completamente comprendidos. Gracias a estudios recientes, se ha demostrado que es tan eficiente como equipos modernos utilizados en la industria alimentaria para generar espuma. Los científicos del Instituto de Biotecnología de la UNAM han utilizado tecnología de imágenes y mezclado para estudiar a fondo este instrumento tradicional.

De acuerdo con especialistas del Museo del Chocolate (MUCHO), en la Ciudad de México, la espuma en la época prehispánica no solo era importante para la experiencia de beber el cacao, también podía estar transmitiendo un mensaje. “La espuma significaba unidad y bienvenida para un extranjero. Entonces si tú ibas a una comunidad maya y te daban cacao con la espuma muy elevada denotaba que eras bienvenido y que te podías ir cuando tú quisieras; pero, si no tenía espuma el mensaje era lo contrario: Tú puedes pasar, pero igual no te vas porque nos gusta sacrificar personas”, contaron para Aderezo.

Trascendencia cultural 

Desde la época prehispánica, la presencia de espuma en las bebidas de chocolate era apreciada no solo por razones estéticas, sino también por su significado espiritual. Vasos mayas y códices dan cuenta de la importancia de la espuma en la cultura mesoamericana. El molinillo, con sus múltiples diseños y técnicas, ha sido una herramienta clave en la búsqueda de esa espuma deseada que mejora la apariencia y la textura del chocolate caliente.

Cómo hacer un chocolate espumoso

Antes de compartirte una receta y secretos para una espuma duradera, información que compartieron en Aderezo los expertos del MUCHO, te contamos más sobre las partes y funciones de molinillo:

“Está integrado por tres partes; la inferior y la del medio tienen dientes para batir el chocolate. Lo sumerges y al mover las manos se empieza a mezclar, es decir, se revuelven todos los ingredientes; de ahí viene ese dicho de ´Si como lo mueves lo bates, ¡ah qué rico chocolate´. Y para que tengas una espuma más elaborada, los aros que tiene el molinillo hacen esa función, por eso solo necesitas sumergir y sacar el molinillo para que los aritos puedan oxígenizar la bebida”, enfatizaron.

Por su parte, Rosalío, del MUCHO complementa que primero hay que calentar-hervir la leche, luego vaciar el chocolate y que no importa el material de la jarra. Él nos preparó un cacao especial que se llama “Exquisito” que lleva vainilla, azúcar y cacao; es una receta que rescataron de un libro de 1868.

“Con el molinillo, yo primero lo que hago es que le doy unas vueltas al chocolate, para que se disuelva. Por lo mismo de la leche está muy caliente, se disuelve fácilmente el chocolate. Lo que hacemos para sacarle la espuma al molinillo es dejarlo encima del líquido solo de la mitad para abajo, no hay que sumergirlo todo. Después juntamos nuestras manos y ahora sí vamos a darle velocidad”.

Ingredientes

2 tazas de leche (puede ser entera o la de tu preferencia)

50 gramos de chocolate de buena calidad, preferiblemente oscuro

2 cucharadas de azúcar (ajusta según tu gusto)

1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Una pizca de canela en polvo (opcional)

Procedimiento

Pica el chocolate en trozos pequeños para facilitar su disolución.

Vierte la leche en una cacerola y caliéntala a fuego medio. Evita que hierva, ya que esto puede afectar la textura final.

Cuando la leche esté caliente (sin llegar a hervir), agrega el chocolate picado. Remueve constantemente hasta que el chocolate se haya derretido por completo.

Incorpora el azúcar y la vainilla (si decides usarla). Sigue removiendo para que todos los ingredientes se mezclen bien.

Antes de que la mezcla hierva, retira la cacerola del fuego. Inserta el molinillo en la mezcla, asegurándote de que las aspas estén completamente sumergidas.

Gira rápidamente el molinillo entre tus manos, sumergiéndolo y levantándolo enérgicamente. Este proceso introducirá aire en la mezcla y creará la espuma deseada.

Una vez que la mezcla esté bien espumosa, vierte el chocolate caliente en tazas. Si lo deseas, espolvorea un poco de canela en la parte superior para un toque adicional.


Foto. Arianna Bustos. Museo MUCHO.


Para saber

-Los mayas se tomaban el chocolate y las bebidas a base de cacao, caliente.
-Los mexicas se lo tomaban frío
-El antecesor del molinillo, que a la fecha se sigue usando en algunas regiones del país, se llama mamón.

-En el MUCHO hay una sala está dedicada a hablar del chocolate en el mundo, en ella podrás observar varias jarras, chocolateras, objetos específicos para degustar el amado chocolate. “Hay jarras chocolateras mexicanas, pero también de diversos países europeos-asiáticos; destacan sus materiales que son tienen una función específica, como el barro o la madera puede ser para o mantener el calor de la bebida o mantener la frescura de la bebida”, comentó Mayumi Barrón de Servicios Educativos en el museo.

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