Higos, piloncillo y canela son los ingredientes necesarios para la elaboración de uno de los dulces más exquisitos de esta región de Xalapa. Este fruto en dulce es uno de los postres más exquisitos y que se elabora en las cocinas regionales porque se cultiva por productores de la zona de Tatatila y Las Vigas.
Con solo unos cuantos ingredientes se pueden elaborar los higos de dulce que son una tradición que pasa de generación en generación, las madres enseñan a sus hijas a prepararlos porque son una forma de compartir en familia.
Los higos en dulce se pueden hallar en este momento frescos porque es temporada, en mercados se venden crudos, por kilo o ciento y a un precio accesible dado que se traen de comunidades de los municipios de Las Vigas y Tatatila, entre otros. Este fruto es de temporada, de julio a agosto, pueden hallarse en esta zona.
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Tienen un sabor único, de textura suave, de piel delgada y su color depende del tipo de higo, van de verde, morados o azules y oscuros que son los más comunes. Además, contienen propiedades nutricionales. Aportan energía al ser altos en hidratos de carbono, favorecen la actividad intestinal y ayudan a controlar la hipertensión pues contiene potasio y magnesio.
Los secos triplican las calorías de los frescos, pero también aumentan sus contenidos de potasio, fibra y magnesio, por lo que se recomiendan en caso de anemia o debilidad física.
Son la guarnición perfecta por su dulce sabor, se pueden preparar en almíbar, con frutos secos y queso, o bien, encaminar su preparación para postres, como la realización de mermeladas de higo, pasteles y panes.
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Así se elaboran los higos en dulce
Fabiola Hernández Santillana explica que su elaboración es realmente fácil. Tras escoger los mejores en el mercado local, los higos se lavan y se les corta una ranura en forma de una cruz para asegurar que el caramelo les entre o se cocinen a la perfección.Indica que se colocan en una cacerola piloncillo con agua al gusto y canela. Cuando se haya disuelto la panela y empiece a hervir el líquido se colocan y se dejan hasta que estén suaves y cambien de color, se tornan obscuros al tomar el tono del piloncillo.
El dulzor depende de cada quien, puede quedar en un líquido suave o agregar azúcar para que se cristalicen.
En su familia aprendió a cocinarlos desde la infancia. Su madre lo aprendió de su abuela y así cada generación en su familia. Comenta que también los consumen frescos en ensaladas, sin embargo, los preferidos son los preparados en dulce.
El origen
El higo es producido mundialmente en países como Turquía, Egipto y Marruecos, en la antigüedad, era muy popular en Grecia; se dice que era el fruto preferido de Platón, por esta razón era conocido como “la fruta de los filósofos”.
Aunque no es propiamente una fruta, sino una infrutescencia, es decir, es un fructificación formado por la agrupación de varios frutillos procedentes de las flores y con apariencia de unidad. Esto no impidió que en Grecia lo consideraban un manjar, de tal manera que, los ganadores de las Olimpiadas, recibían higos como premio y eran coronados con hojas de higuera.
Se sabe que el higo fue introducido por los misioneros franciscanos españoles, quienes colocaron diversas plantas en los atrios de las iglesias en algunos estados como Hidalgo, Guanajuato, Morelos, San Luis Potosí y Zacatecas. Actualmente estos árboles se pueden encontrar en la mayoría de los estados del país, ya sea bajo cultivo o creciendo de forma natural.
En Veracruz, son comunes en las comunidades de los municipios de Las Vigas y Tatatila, entre otros.
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