Erika Reyes / El Sol de Puebla
La naturaleza no solo le concedió el mejor clima del mundo al pueblo mágico de Atlixco, Puebla, también laderas regidas de manantiales que han favorecido el cultivo de flores y la creación de balnearios. Por eso se ha vuelto el plan perfecto para escaparse a conocer su historia y sus viveros, disfrutar experiencias acuáticas y extremas, además de vivir estancias inolvidables y deleitarse con su gastronomía.
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Despierta tus sentidos entre olores sutiles y colores primaverales
Disfruta un paseo lleno de vida en la zona norponiente de la ciudad que alberga decenas de viveros en los que encontraras naturaleza viva en todas sus formas y colores: cientos de especies de flores y plantas. Son conocidos como los viveros de Cabrera y se ubican en la calle 20 Poniente, a la altura del Jagüey.
Algunos viveros son Xalpatlaco, Las Arboledas, Orquidáceas Atlixco, Florida, Santa Cruz, Los Arrayanes, El Jardín de San Francisco, pero el más grande de la zona es el Mega Vivero que tiene una hectárea de terreno y cerca de 600 especies entre flores, plantas y árboles de todo tipo. No te vayas sin tomarte una foto en su jardín junto a las figuras hechas de flores y plantas, como el pavorreal, las mariposas y un kiosko que se ha vuelto ícono del lugar.
Si tu tirada es comprar flores, considera la época del año para visitar los viveros de Cabrera, porque dependiendo de la temporada es la flor que encontrarás. Hay para todos los gustos, hasta plantas carnívoras, medicinales o exóticas.
Disfruta la ciudad de las flores
Darte una vuelta por el zócalo será una gran experiencia en la que podrás observar como esta ciudad ha armonizado su desarrollo urbano con su legado arquitectónico colonial que data del año 1579, año de su fundación.
La ciudad de Atlixco cuenta con un Mirador de Cristal que se ha vuelto visita obligada para todo el que viene a este sitio. Está localizado en el emblemático Cerro de San Miguel del municipio, que en su cúspide cuenta con una capilla dedicada al santo del mismo nombre. Desde aquí podrás apreciar el Acueducto Sor Juana Inés de la Cruz, el Ex Convento de San Francisco, la Capilla de San Miguel Arcángel y los Andadores del cerro, construcciones que cuentan con iluminación especial en la noche. Entre semana el mirador cierra a las 7:00 y de viernes a domingo a las 10:00 de la noche.
Para tu acceso debes seguir el reglamento que te indicará el personal autorizado. Debes saber que se prohíbe el ingreso de carriolas, objetos de madera, metal, vidrio y/o zapatos de tacón porque pueden dañar la superficie, también está prohibido beber ahí, y correr o caminar ahí cuando el piso esté húmedo, resbaladizo o mojado.
Muy cerca de la Iglesia de San Miguel se encuentra el Callejón de los Enamorados que puedes conocer mediante los recorridos con los que cuenta el ayuntamiento. Es un lugar ideal para ir en pareja o hacer una declaración de amor. La decoración y la iluminación del lugar es increíble para tomarse fotografías y compartirlas en tus redes sociales.
Después de tanto caminar, refréscate con una nieve de limón con vino tinto o un sorbete típico de Atlixco. Está hecho a base de vainilla y rompope, ambos cuentan con una tradición de cincuenta años y los vende en el zócalo la familia Santamaría, son conocidos como “los raspados de la esquinita” (frente a Domino´s). En temporada tienen helados de chile en nogada, cempasúchil o tequila, entre otros.
Si ya se te abrió el apetito, entra a alguno de los restaurantes del zócalo en donde podrá encontrar desde comida típica, mariscos e internacional.
Llévate el sazón regional a la boca
Para conocer a fondo la comida regional visita el Mercado Benito Juárez que se ubica a una cuadra del zócalo, sobre Avenida Independencia. Su área gastronómica está rodeada de fogones y cazuelas de barro donde las cocineras hacen gala de sus tradiciones culinarias. El olor a la típica cecina asada, te atrapará.
En el zócalo encuentras comida típica, italiana, koreana o mariscos, en el restaurante La Perla (Avenida Hidalgo 5), que tiene cincuenta años de tradición y ha deleitado los paladares más exigentes con los sabores y productos del mar que ofrece, además de su comida típica. Gracias al esfuerzo y trabajo de tres generaciones se ha hecho merecedor al distintivo “H”.
La cocina de La Perla tiene como base la tradicional mexicana fusionada con un toque de la cocina española que le da personalidad única. Sus instalaciones son cómodas y su personal te hará sentir como en casa. Lo más pedido es el ceviche de la casa, sopa de mariscos, caldo de camarón con jaiba, cocteles, filete enchipotlado, camarones al mojo, al ajillo o rellenos, y mojarras. Cuenta con menús de 3 tiempos, de carnes o mariscos, desde 295 pesos, además de paquetes de desayuno que incluyen jugo, fruta, café y pan, desde 95 pesos.
A unos minutos del centro se encuentra el restaurante Las Palomas Atlixco (Avenida Felipe Carrillo Puerto #702 en la colonia Ricardo Flores Magón), que tiene once años ofreciendo calidez en sus servicios para eventos, restaurante y hotel boutique con 4 habitaciones.
El lugar cuenta con áreas verdes y un acogedor estilo mexicano. El servicio de restaurante lo puedes disfrutar desde las 8 de la mañana. Ofrece comida mexicana e internacional con todo el sazón regional porque obtienen su materia prima en las pequeñas comunidades del municipio.
Sus desayunos en paquete incluyen jugo, fruta, pan y café con refill, desde 125 pesos. Para comer pide el platillo mexicano que lleva dos chalupas, dos picaditas de huitlacoche, y típica cecina de res con guarnición de guacamole y tortillas hechas a mano. La lasaña o el salmón de maracuyá no te dejarán indiferente. Encuentras platillos desde 80 pesos hasta 950 pesos, una parrillada para 4 personas.
Para refrescarte, en Las Palomas Atlixco encontraras una gran variedad de cocteles que van dese los clásicos hasta los de autor como el Rocaleta, Chocoreta, Carlota, Cosecha de Maíz o Red Mimosa, incluso pueden hacerte uno personalizado. También hay bebidas sin alcohol como la de galleta Oreo que a los niños les encanta.
Una estancia inolvidable en un paraíso escondido
En el zócalo de la ciudad puedes encontrar hoteles como la Casa de la Audiencia, Mansión del Conde o Casa Flora, pero si quieres vivir una experiencia relajante en un paraíso escondido, hospédate en el Hotel Boutique Hacienda Santo Cristo, que se encuentra en el Paseo de Las Bugambilias 3118, Val de Cristo, cerca del libramiento a Izúcar de Matamoros.
Santo Cristo fue una de las primeras haciendas que se estableció en el valle de Atlixco cuando este se comenzó a colonizar después de la fundación de Puebla, en 1532. El sitio está rodeado de vegetación, árboles y bugambilias que invitan al descanso.
Los cimientos del casco de la hacienda fueron rescatados y acondicionados para ofrecer a los visitantes todas las comodidades y privacidad de un hotel boutique, pero además, acaba de inaugurar una extensión exclusiva en donde podrás nutrir tu cuerpo, alma y espíritu.
En la parte del casco de la hacienda, el hotel cuenta con ocho habitaciones enmarcadas por un ambiente colonial. Cada una de ellas conserva detalles arquitectónicos originales, acondicionadas con mobiliario moderno, amenidades, porcelana y platería.
La extensión cuenta con 18 habitaciones y 6 suites que incluyen una presidencial, además de 4 bungalows, algunas con terraza y jacuzzi al aire libre. El área está equipada con gimnasio, spa, temazcal, alberca, un laberinto medieval para practicar disciplinas espirituales, y restaurante de comida holística.
Santo Cristo tiene dos restaurantes liderados por el chef Christopher Mendoza, cuyo amor por la cocina y la utilización de ingredientes locales, han dado como resultado platillos sustentables y extraordinarios.
El comedor La Troje rescata la esencia de la gastronomía mexicana. Para desayunar tiene platillos de autor además de variedad de huevos, birria, enchiladas, chilaquiles o un delicioso plato atlixquense; todo para acompañar con pan horneado en casa. En su menú tiene platillos de autor imperdibles como el “Tecuan”, un filete de res en salsa de chapulín, chalupas de chile morita con queso, frijoles de, guacamole y huauzontles; y platos de temporada como el chile en nogada o el mole de caderas.
Madre Tierra es el nuevo restaurante de la hacienda que ofrece un concepto gastronómico holístico para brindar una alternativa saludable e innovadora a los visitantes, incluso se pueden encontrar alternativas para aquellos que siguen una dieta vegana o keto.
Por el momento ofrece solo desayunos y comidas de las 8 de la mañana a las 6 de la tarde. Su menú cuenta con platillos apetitosos que van desde huevos turcos, sandwiches o enchiladas, hasta tzatziki de pepino o de sandía con atún, hamburguesas con Portobello, albóndigas de coliflor en mole de avellana, salmón en pipián de brócoli, incluso, taquitos de arrachera para compartir.
En cuanto a la bebida tienen cerveza, coctelería y una gran variedad de vinos que incluyen algunos orgánicos, e incluso sin alcohol. Un ticket promedio en desayunos ronda los 350 pesos, y en comidas, de 450 pesos en adelante. @haciendasantocristo.
Experiencias acuáticas y extremas
En Atlixco también puedes divertirte bajo el sol y el agua de manantial en sus balnearios y parques acuáticos, en donde podrás disfrutar el aire puro y convivir con la naturaleza; también ofrecen la oportunidad de acampar. En la actualidad algunos de ellos tienen hospedaje, actividades de esparcimiento para grupos y hasta cursos de verano. Visita los balnearios Parque Recreativo Ayoa, Aqua Paraíso o el Parque Acuático Villa Krystal Green.
Vive una aventura todo terreno en la que respirarás aire puro y disfrutarás la naturaleza al máximo con Enquatri Tours. Conocerás lugares remotos y espectaculares de Atlixco a bordo de una cuatrimoto; cruzarás ríos, te deslumbrarás con hermosos paisajes y podrás conocer una isla escondida o una reserva natural.
Ahora que si lo tuyo es la aventura, visita el parque Xtremo en el Aeródromo de Atlixco, lo pasarás genial en la tirolesa, el gotcha, los karts, en los lagos con rampas y hasta tendrás oportunidad de lanzarte en paracaídas.
¿Cómo llego a Atlixco?
La ciudad de Atlixco se encuentra a solo 30 kilómetros de la capital poblana que se recorren en 20 minutos por la autopista de paga, o por la libre haces 40 minutos.
De la Ciudad de México hay corridas directas desde la terminal del sur; si vienes en auto toma la autopista México-Puebla y antes de entrar a la capital poblana toma el Periférico Ecológico que te llevara a la desviación de la federal o después, a la autopista de paga.
De Guerrero o Morelos, dirígete hacia Cuautla y de ahí toma hacia Izúcar de Matamoros, Atlixco esta enseguida.
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