Por Guillermo Pichardo
Reza el dicho popular “Para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado” y este no se encuentra errado, pues si bien dicho platillo es una delicia para el paladar, también puede significar un riesgo para la garganta, esto debido a que su estructura ósea no es como la de otros seres vivos y mientras nuestros huesos son más sólidos, los suyos pueden ser diminutas espinas.
Y es que, si bien en muchos restaurantes estas suelen ser removidas al ser servidos a sus clientes, en otros más e incluso cuando es preparado en casa no se le presta tal atención, por lo que el comerlo sin estar concentrado al bocado, puede terminar por atorarse en la garganta. Es por eso que hay que actuar con precaución para no lesionar a la víctima.
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¿Cómo se debe actuar ante una espina atorada en la garganta?
Lo primero que hay que puntualizar es que la recomendación es que siempre que se ingieran estos alimentos se preste una peculiar atención a que ninguna espina se vaya en el bocado, si esto no se puede evitar y ocurre un incidente, el principal objetivo estará en expulsarla, por lo que ante el consumo de estos platillos se recomienda tener siempre a la mano un vaso con agua.
Dentro de las señales de que por accidente fue tragada una espina se encuentran ligeras molestias que generarán tos, aunque comúnmente estas pequeñas astillas suelen ser expulsadas mediante esta acción sin que se presente alguna complicación.
Algunos especialistas recomiendan que se realice la ingesta de una cucharadita de aceite de oliva para que el objeto resbale y pueda ser expulsada con facilidad, debiéndose de esta manera expulsarla por la boca para evitar daños en otros órganos.
- No bebas agua ni intentes tragarla: Aunque puede ser un instinto natural, tratar de tragar agua cuando tienes una espina de pescado atorada puede empeorar la situación y hacer que la espina se aloje más profundamente o cause lesiones.
- No intentes sacar la espina con los dedos o utensilios: Usar los dedos o cualquier utensilio para tratar de sacar la espina podría llevar a empujarla más lejos o causar lesiones en la garganta.
- Tose suavemente: Intenta toser con suavidad para ver si la espina puede ser expulsada de forma natural. La tos puede generar suficiente presión para desalojar la espina de la garganta.
- Come pan o plátano: Si la espina no se ha desprendido con la tos, puedes intentar comer un pequeño pedazo de pan sin masticar o un trozo de plátano maduro. Estos alimentos blandos pueden envolver la espina y ayudar a que se desplace hacia el estómago.
- Bebe aceite vegetal o aceite de oliva: Si los pasos anteriores no han funcionado, beber un poco de aceite vegetal o de oliva puede lubricar la garganta y facilitar el paso de la espina hacia el estómago.
- Busca atención médica: Si después de intentar estas medidas la espina sigue atorada o si experimentas dificultad para respirar, dolor intenso o sangrado, es fundamental buscar atención médica de inmediato. Los médicos están entrenados para manejar situaciones como esta y pueden usar herramientas especializadas para retirar la espina de manera segura.
¿Qué es considerado como una espina de pescado?
La parte conocida como espinas de pescado es el nombre popular que se le da al esqueleto, específicamente de las zonas de las aletas y costillas, de distintas especies de pescados; su anatomía hace que reciban este nombre, pues se diferencian fácilmente entre el esqueleto y el cartílago e incluso se pueden clasificar en epineuralia, epicentralia, epipleuralia y myorhabdoi.
Finalmente: En la gastronomía siempre suelen ser retiradas al momento de comer un pescado y no se consumen, aunque algunos platos requieren de ellas dentro de sus ingredientes, tal es el caso de los caldos para elaborar sopas y arroces, además de que en cuanto a su valor nutricional se refiere son una fuente de calcio, por lo que suelen prepararse como suplementos alimentarios.
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