D. Osorio | El Heraldo de Tabasco
En Tabasco la elaboración de los tamales puede ser considerada como un ritual, en el que familias completas se reúnen para formar parte de este proceso. Cada parte de su preparación es un rito que se lleva a cabo de manera precisa, pues de no realizarse de forma correcta, podría significar que la consistencia del producto a base de masa no sea la correcta, o el guiso de la carne no sea el adecuado.
Es por eso que la receta de cada uno de los tipos de tamales que hay en la entidad ha pasado de generación en generación, junto con los secretos y trucos para lograr la consistencia perfecta.
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Tradición ancestral
Según el licenciado José Francisco Jiménez, investigador de la cultura Yokot´an para el sitio web Detabascosoy.com, la palabra tamal proviene del náhuatl tamali el cual se traduce como “envuelto”.
En el caso de la lengua yokot’an, al tamal se le llamaba patä´ waj lo cual representa una porción de maíz que era mezclada y rellenada con otros ingredientes.
Aunque el origen del tamal está en discusión, se cree que nació en México, ya que se sabe que fue un manjar muy utilizado por los mexicas y mayas en ceremonias y dentro de su alimentación diaria.
Existen dos tipos de formas de preparar la masa, una de ellas es directamente con el maíz tierno de la mazorca, y la otra con un producto conocido como nixtamal.
Parte de las tradiciones tabasqueñas
Según el historiador, el uso del tamal dentro de los rituales se ve reflejado en las maneas con que se acompaña al uliche principalmente en los altares del Día de Muertos.
Así mismo, cuenta que en los chontales de Tamulté de las Sabanas existen algunos mitos, entre los cuales destaca el del Dios K’antepek, quien habría aparecido en medio de una tormenta, llevándole al pueblo los primeros granos de maíz.
Esta deidad les habría enseñado a los pobladores a sembrar y cultivar el maíz, sin embargo, les exigió que elaboraran atole, chorote y tamales. Así mismo, los tamales siguen utilizándose en algunas partes de Quintín Aráuz, Centla y Tamulté de las Sábanas como ofrendas en honor a San Francisco de Asís.
Los tamales más antiguos
En la época de los mayas, los tamales eran elaborados con camarón, pescado, presas de iguana o lagarto, aunque también tenían guisos que eran elaborados a base de chiles o especias.
También se rellenaban con aves tales como el pavo, el pato o el pijije, aunque también había tamales de frijol o hierbas como los que hoy en día se conocen como chipilín y momo. Fue hasta la llegada de los conquistadores cuando los tamales comenzaron a rellenarse con carne de res o cerdo.
Otro factor que se conserva desde los chontales, choles, zoques y nahuas en Tabasco, es la tradición de envolver los tamales con hojas de plátano, de “to” o del propio maíz, aunque hay quienes utilizan las hojas de aguacate o momo para este mismo objetivo.
Rituales para elaborar los tamales
Cómo ya se había mencionado antes, la elaboración de tamales es considerado un ritual en sí mismo, el cual está cargado también de algunas creencias, como por ejemplo la de persignar la masa antes de comenzar a elaborarlos, o que se coloque una cruz en el fondo de la tina donde se pondrán a hervir.
También hay quienes creen que si una mujer está menstruando o está embarazada no debe hacer tamales porque si no, la masa no se cocerá bien, entre otras creencias que la mayoría de las familias tabasqueñas aún conservan.
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