Por Armando Pedroza
¿Quién dice que en la cocina deben respetarse reglas del qué y cómo preparar algún alimento? Creemos que la sazón y la originalidad son lo que verdaderamente cuentan. Y a ejemplo de ello, el actor tlaxcalteca David Rodrigo Ramírez Hernández echó mano de su creatividad para salir a flote, ante la crisis económica que provocó la pandemia en todos los sectores productivos, entre ellos, el teatro.
Así, dejó los escenarios teatrales para crear el “churriplátano” y comercializarlo sobre un remolque de madera instalado en la avenida José María Morelos, en Contla de Juan Cuamatzi.
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El postre tiene diseño tipo molote hecho a base de masa para churros, relleno de plátano macho, que se fríe en aceite y finalmente se prepara con el complemento que desee el cliente, como leche evaporada, chocolate líquido o jarabe de cereza.
Ramírez Hernández indicó que el remolque realizado de madera y ventanillas en todos sus costados posteriormente servirá como un teatro móvil, pero primero estará en su faceta de comerciante para solventar la manutención de su familia.
Además, el actor, egresado en 2007 de la Casa del Arte de la Ciudad de México, innovó una churrera hecha de vara de bambú, para comercializar también los tradicionales churros cubiertos de azúcar con canela.
Lo anterior, después de probar una máquina comercial que no cumplió sus expectativas y dedicó dos días para fabricar su propio instrumento artesanal.
Asimismo, dentro de su menú están las papas a la francesa, papas fritas y chocolate caliente para acompañar los churros.
Para saber:
Para deleitar el paladar con los churriplátanos u otro manjar que comercializa el actor en Contla de Juan Cuamatzi, lo pueden localizar de miércoles a lunes en la Avenida José María Morelos, a unos 150 metros del auditorio municipal.
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