Té blanco, verde, negro, con durazno o en mimosa. No hay galletitas de mantequilla que los acompañen, pero tienen dumplings y baos; salmón y paté de pato; churros y un pequeño pastel de luna.
Somsaa, el nuevo proyecto del grupo Galanga, propone un brunch poco convencional en la Ciudad de México, pero con varios asomos tradicionales al universo gastronómico en el que crecieron las chefs Raksamran, Somsri (Ana) y Rachadaporn (Pui): por el lado paterno, recetas originarias de China, y del lado materno, Laos, Indonesia y Malasia.
La carta entre semana tiene bastantes sorpresas, pero esta vez te contaremos el menú que encontrarás los domingos. Se llama Yum Cha, frase que se utiliza para referirse al acto de beber té en cantonés, y cada fin de semana ofrece un desfile de delicados platos y tazas, una exploración para que el comensal compruebe que el té, como bebida, puede acompañar o mejorar todo.
El orden de los siete tiempos que comerás en todo el brunch tiene una razón de ser. Según nos explica Eleazar Ángeles, uno de los fundadores del proyecto, se sirve primero el té más suave –blanco– y se termina con el más fuerte o fermentado. Ojo: el té puede cambiar cada semana.
“El blanco se siente muy puro, es la parte más tierna de la hoja del té, es muy suave al paladar”, comenta Eleazar antes de arrancar con el banquete. “Después está el verde, que tiene cero de oxidación; luego viene el oolong de oxidación más larga y toma otros sabores interesantes. Y finalmente el pu-erh es un té oxidado, fermentado y añejado. El más complejo”.
Además, para la ocasión, consiguieron durazno fresco con el que prepararon una mimosa que se ofrece a la hora del postre. Pero de eso escribiremos más adelante.
Somsaa se describe como un Wine & Tea Room, y aunque ha tenido mucho éxito por sus etiquetas de espumoso –sólo venden este estilo–, el té merece toda la atención.
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La experiencia de un brunch con té en Somsaa
El desayuno dominical aquí tiene un ritmo: té, platillo, té, platillo… Te contamos más de esta “danza”, con algunas de las tonalidades y sabores de este brunch que contempla siete platos y por lo menos tres o cuatro estilos con Camelia Sinensis.
El té blanco. Con él, el paladar se va ambientando para la fiesta, empieza tenue. Lo acompañan con foie gras, yolk de pato curado, citrus jam y king salmon, ikura y jengibre encurtido (sorprende la textura). Para la última mordida, el té blanco ya incluso sabe un poco a miel.
Luego hay un par de baos (frito y al vapor, por si estás indeciso). Ambos están rellenos de cerdo y se acompañan de té verde. La masa suave hace perfecto balance con el poder que va tomando esta bebida en la mesa.
La fiesta en Somsaa se va poniendo interesante, como en un gran banquete chino. Esto puede ser por la detallada vajilla que tienen, que va por delante, o por los simbolismos que hay en los platillos: en la cultura china, la forma redonda y esponjosa de los baos, por ejemplo, está asociada con la plenitud y la prosperidad; se sirven siempre en celebraciones y festividades.
Después de una pausa para apreciar lo que hay en la mesa, aterrizan los dumplings. Hay con camarón y masa de arroz, salsa de ajonjolí y soya dulce estilo chino; también hay de estilo cantonés con camarón, cerdo, alga marina y huevo de pato… A veces suaves, con toques crujientes. Los colores son llamativos, y los platos con flores y acentos dorados parecen dignos de un emperador.
Siempre hay un espacio para el postre, y si forma parte de este brunch con té, vale la pena hasta dejar dos huequitos. La propuesta de la cocina contempla un par de churros chinos conocidos también como youtiao y/o salchichas de dragón. Son tiras alargadas de masa de harina de trigo, fritas y doradas: crujientes por fuera y suaves por dentro. Llegan montados en un plato de colores rojo y azul, con un diseño de peces koi, y se acompañan con una salsa a base de yema de huevo que les da un toque especial.
Con los churros llega un tradicional mooncake (pastel de luna) de taro y camote. En Aderezo probamos uno color morado que hipnotiza a la vista y acaba de estremecer al morder su corteza suave. Ambos se acompañan con el té más fermentado, el pu-erh, y cierra con broche de oro: llega a la mesa una burbujeante mimosa con té. El sabor puede cambiar, pues se apegan a la temporalidad. Esta ocasión nos tocó una elaborada con durazno.
Más detalles del lugar
En el restaurante existen varios elementos que le dan poder al concepto y se sienten al cruzar la puerta. Para empezar, el nombre: Somsaa proviene de una fruta del sudeste asiático, parecida a una naranja, pero mucho más rugosa y aromática; se caracteriza por tener doble hoja con diferentes proporciones.
Está ubicado en una casona de la colonia Roma, en la CdMx, cuyo pasado como tienda de muebles antiguos parece resonar en el presente. Permanece la atmósfera un poco vintage, con decoración que no encontrarás en otro lugar del mundo. Se siente en el espacio que une a los salones donde hay exhibidas tazas de té y teteras de colores, estampados de flores y diversos tamaños, hasta la barra de té con una vitrina llena de postres asiáticos o la escalera de latas con té; incluso en el espacio donde preparan las infusiones y cocteles, o la mesa larga del fondo, donde está la cava.
Durante tu visita explora todo. Come y observa, cierra los ojos y percibe los aromas. Es muy recomendable hacer un recorrido por todo el lugar antes o después del brunch.
Cuándo y dónde
Orizaba 219, colonia Roma Norte. Abren de martes a domingo, pero el brunch es los domingos de 11:00 a 15:00 horas. El menú base con siete tiempos es de 900 pesos. Incluye los tés.