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Ilustración. Aderezo.

La historia de la madre del vino

Conoce lo importante que es la Vitis Vinífera y las variedades que existen para elaborar del vino

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Para producir vino se debe utilizar una especie de uva conocida como Vitis Vinífera, misma que, desde sus orígenes, da como resultado el vino que se consume. En ese sentido se le llama la uva madre.

Pero allí no termina la historia. Resulta que esta especie tiene muchas variedades que conocemos universalmente con sus populares nombres como Merlot o Chardonnay; además, son “internacionales” por su extensión y popularidad en diversos países del mundo. Veámoslo de esta manera: por ejemplo, en Italia, hay más de 2 mil variedades de uvas viníferas que pueden ser utilizadas para producir vino, pero por supuesto que solamente conocemos aquellas que llegan al mercado; de forma local, muchas otras variedades son utilizadas para producir vino de gran calidad. 

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Ahora bien, como en todo, aquí hay sus excepciones: en algunas regiones de Norteamérica, especialmente en Estados Unidos, existe otra especie que puede producir vino también (con otras características) llamada Vitis Labrusca. Si bien no es conocida y no se encuentra demasiado extendida, la realidad es que esta variedad es nativa de nuestro continente, en contraposición de la popular vinífera europea, y siguiendo ese mismo orden de ideas, hay cruces entre ambas que producirán variedades híbridas. 

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Otro dato curioso es que, cuando se quiere sembrar una variedad para cultivo y producción de vino no se colocan semillas, sino clones de la misma planta. Así como dos hermanos tienen los mismos padres y genética, sus personalidades y características nunca serán iguales: lo mismo pasa con las vides. Por esta razón y para mantener la consistencia en la producción de vino, se reproducirán clones que han sido exitosos o que tienen ciertas cualidades para asegurar que todas las plantas son idénticas y producirán el mismo vino al final de cuentas. Es un tema fascinante y cada uno, aunque sea de la misma especie y variedad, tendrá características peculiares que lo harán único. 

Por último diré que aunque las variedades tengan el mismo nombre en diversos países, cabe la posibilidad que las uvas no sean necesariamente dichas variedades, por ejemplo, en Chile durante muchos años, se pensaba que la variedad Carmenere era Merlot, hasta que fue desmentido y la variedad correcta identificada. Recordemos que la identificación genética es un tema moderno y la producción de vino es milenaria. Por esta razón es que la misma variedad podría no ser en diversas latitudes, o bien, ser casi, pero nunca igual. Al final de cuentas, esto es precisamente lo bello de este asunto: las variedades cambian, el terreno cambia, el clima cambia y hasta la especie cambia. Pero lo que menos cambia es que la Vitis Vinífera es la variable más consistente en esta ecuación y por ende, es que muchos la llaman “uva madre”. 

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